miércoles, 8 de julio de 2009

CONCIERTO U2 NOU CAMP 2 JULIO




SNOW PATROLMMMMMMMMMMMMM ALEX CORRETJA

Escepticismo. Ese era el estado en que me encontraba cuando compré las entradas en marzo. Yo iba sobrada, ya los había visto cuando había que verlos, en 1987 en el Bernabeu, con Pretenders y UB40. La gira del Joshua Tree supuso un punto y aparte en su carrera. A partir de ese disco se convirtieron en planetarios.
Yo era una fan/fanática de U2. Desde que los descubrí en 1983 hasta 1990 no oía otra cosa (bueno sí, jeje) Mi habitación estuvo empapelada con Bono y los suyos durante casi una década, desbancando a los Beatles, Sting y a Paul Newman,jaja
Pero me ocurrió algo (bastante lógico, por cierto) los oí tanto que me saturé, vamos cogí un empacho de U2 monumental. Tenía todo lo que se publicaba sobre ellos: revistas, libros, discos, posters... Me sabía su vida y milagros por activa y por pasiva. Los que me conocen bien saben que soy muy mitómana y con ellos lo llevé hasta sus últimas consecuencias. Y claro era inevitable... En la década de los 90 no los soportaba. Lo siento mucho por las generaciones que los descubrieron entonces, pero no hay ni una canción de esa etapa que esté a la altura de las de los 80. Eso de empezar a experimentar con la música electrónica, pues que quieres que te diga, seré muy purista, pero ya había otros grupos que hacían eso.
Si a eso le sumamos que Bono se convirtió en el profeta-abogado de todas y cada una de las causas perdidas del planeta pues empezaron a tocar las narices...
Pero llegó el siglo XXI y publicaron un disco All that you can leave behind y nada más oirlo, algo hizo clic en mi interior (uy! que cursi me estoy poniendo,jaja). ¡¡Habían vuelto!! Sonaban como en los 80 (bueno bastante parecido) y como había tenido una década para desintoxicarme, los "acogí" de nuevo, aunque más moderadamente, es lo que tiene la madurez, jajajja. El siguiente disco How to dismantle an atomic.... también estaba muy bien. De hecho la gira fue una pasada y me hizo plantearme la posibilidad de volver a verlos. Cuando vinieron a Madrid en 2005 me pillaron en England, para variar, así que me quedé con las ganas. Y de este modo llegamos a las colas de marzo de 2009 para conseguir una entrada en el segundo concierto que iban a dar en Barcelona, porque las entradas para el primer concierto de la gira se agotaron en 58´,¡qué pasada! Mi actitud seguía siendo la misma, bastante escéptica, pero el rollo de que el escenario se moviera y demás parafernalia lo hacían lo suficientemente atractivo. Sabíamos que teníamos espectáculo aseguardo y así fue.
El Camp Nou por si sólo ya impresiona, si a eso le sumas el superescenario que se montaron, pues ya alucinas. La primera sorpresa fueron los teloneros. En la entrada ponía artista invitado,
pero ni idea de quién iba a ser. Y resultaron ser los SNOW PATROL. Los quién??? Pues si el nombre no os dice nada, a lo mejor el single que sacaron hace un par de años sí. El video lo ponían mucho en los 40; me estoy refiriendo a Chasing Cars, si seguís sin saber quienes son meterlo en youtube y ya veréis como os suena enseguida. También son irlandeses y la verdad es que suenan muy bien. Cumplieron con creces su cometido: calentar motores. Eran muy majos y metieron suficiente caña, me encantaron.
Cuando llevaban tocando un ratito apareció Alex Corretja y se sentó dos asientos delante del mio. Se armó un poco de revuelo y se tuvo que hacer fotos con las maris que se sentaron a su lado, yo le hice una desde donde estaba sentada (que no se ve muy allá) porque me daba vergüenza levantarme,jeje, la verdad es que está monisimo...
Y en esto se puso el sol y nos dieron las 10. Las luces se apagaron y apareció Larry (batería) por una de las pasarelas que tenían montadas, se sentó y empezó a tocar; no pude evitar acordarme de mi amigo Juan,jaja. Después salió Adam por la pasarela de la derecha y The Edge por la de la izquierda, que era la que yo tenía enfrente; dos o tres minutitos así cuando se desata la histería, ha salido Bono de debajo del escenario. El escenario, que es como uno más del grupo, es pequeñito, pero tiene dos puentes que lo comunica con la pasarela circular y lo convierte en una plataforma móvil con vida propia. Hubo un momento en que de verdad pensaba que iba a despegar, en plan nave nodriza, o que iba a pegar un pelotazo,jaja (creo que he visto muchas películas...).
Todas mis dudas se desvanecieron en cuanto volví a oirle cantar. Está claro, donde hubo siempre queda,jaja. Y me refiero tanto a lo que me queda de fan como a lo que les queda a ellos por dar, que es bastante, visto lo visto. Tocaron casi todo el último, que es el más flojo de los tres nuevos, pero que sonó increible; las mejores del anterior (con Vértigo casi me mato del salto que metí, no es lo mismo saltar en pista que en las gradas,jaja) y las más emblemáticas: Sunday, bloody Sunday, Pride, Bad, Where the streets have no name, I still haven´t found what I´m looking for, Beautiful day.... Eché de menos algunas del Boy o del October, pero parece que se han olvidado totalmente de su primera etapa, lástima. Si antes Sunday,bloody Sunday era un himno contra la represión en el Ulster, ahora lo utilizan para denunciar la guerra de Irak, total ... La siguiente sorpresa vino con Party Girl, (que siempre me ha encantado). Bono no paraba de bajar por la pasarela para estar más cerca del público (en eso no ha cambiado nada, sigue siendo un maestro de ceremonias increible) y estando abajo ve a una chica que estaba muy cerca y le pregunta qué de dónde viene, y la tia le suelta que de Australia, y con esto la invita a subir. La chica (que estaba tremenda, no sé si estaría preparado aunque no tenía pinta) se pone a cantar con él, pero antes va y le dice Bono, bueno esto es una fiesta, ¿no? entonces tenemos que brindar, y pide que le traigan champán, dicho y hecho, le suben una botella de VEUVE CLICQUOT y dos vasos. La descorcha y se lo sirve pero mientras le hace un chiste a la tia y le dice algo así como que pensaba que ella se lo podía ligar, no? y va la tia y lo levanta en brazos (como lo estoy contanto) y se pone a andar con él. La peña flipó claro. Lo que no sé es hasta que punto se enteraron del chiste, yo porque estaba con Gary que me lo tradujo si no... resulta que en inglés el verbo "pick up" tiene dos connotaciones, la de coger o levantar y la de ligar, así que Bono le dijo a la chica que "I didn´t think you could pick me up" refiriendose a lo de ligárselo y va la otra y lo levanta. Después de semajante demostración se bebió el champán tan ricamente y cantaron a duo. ¡Un número!
El homenaje a Michael Jackson no podía faltar de la mano de Billie Jean y Don´t stop ´til you get enough .
Todo esto con una puesta en escena cuidadísima, impecable, sin un sólo fallo. Con un The Edge mágnifico (igual que el resto), sin parar de subir y bajar de los puentes, entregadísimos con el público en todo momento. Dos horas sin parar y dejando With or without you para los bises, asi como One y la repetición del I´ll go crazy if I don´t go crazy tonight.
He visto muchos conciertos, treinta años dan de si ,jeje. Desde el primero que vi subida a un balcón en frente del estadio Playasol de Mazarrón con sólo 12 años, (porque mi padre no me dejó entrar con todos los melenudos,jaja, igual que ahora, estoy yo que dejo a mi hija...) para ver a Leño y a Asfalto, hasta ahora. Y la verdad es que el del dos de julio fue un conciertazo. Algo así como ver a los Rolling en Wembley en los 80. Digo que debió ser algo parecido porque ese no lo ví. Sólo puedo decir que me alegro mucho de haberme decidido a ir y que disfruté como una enana. Bono estuvo a la altura y más, el tio está super en forma y sigue teniendo una voz alucinante, y como dice mi amigo Javi "hay que ver la tralla que meten y son solo 4 tios". El concierto del Bernabeu siempre estará en mi memoria por razones obvias (la época etc...)pero el del Nou Camp fue una pasada y tengo que agradecérselo a mi marido que se molestó en buscarme los billetes de avión, el hotel y en hacer que todo fuera perfecto.
THANKS BABY!!
Suzy

BARCELONA

¡Qué mejor manera de empezar el verano que viajando y oyendo música!
Con la excusa de ver a U2 en el Nou Camp aprovechamos para volver a visitar la ciudad condal.
¡Qué bonita es Barcelona, collons! En mi caso era la tercera vez que iba y tenía muy claro lo que me quedaba por ver (y lo que me sigue quedando).
Una vez instalados en el hotel nos dirigimos al Parque Güell, que está abarrotado de turistas desafiando los casi 40º a la sombra. El sitio es una especie de oasis en medio de la ciudad y se agradece bastante en esas condiciones, además de ser una gozada como todo lo que hizo Gaudí.
A pesar de ello, a las 2 de la tarde no aguantamos más y nos ponemos a buscar un sitio donde comer, a ser posible cerca del hotel para descansar del madrugón. El destino nos lleva a un restaurante que aunque por el nombre (Sibarit) puede parecer de los de "Real Palo", es en realidad un acierto en todos los sentidos. No sé si sería por la combinación cansancio-calorazo, pero con la sopa de melón del primer plato se me saltaron las lágrimas (literalmente).
Después de la merecida siesta y para rematar el festín gastronómico teníamos una reserva en uno de esos restaurantes con dos estrellas Michelín y tres soles de la guía Campsa. Así que nos engalanamos lo mejor que pudimos y pusimos rumbo a Paseo de Gracia, ¡qué edificios y qué tiendas! ¡cómo mola!, comprobando con sorpresa de paleta que la gente hace cola para entrar en ¡¡Gucci!! el primer día de rebajas.
Tras saludar brevemente a mi amiga Laura, nos preparamos para que esta vez SÍ nos den el real palo ,jaja. El restaurante (PARA QUE NO VAYÁIS) se llama DROLMA y está en el Hotel Majestic. Nada más llegar estamos a pique de levantarnos, porque la temperatura debe ser de unos 15º y el contraste con lo que está cayendo fuera es brutal. Ante la imposibilidad de poder disfrutar del sablazo en condiciones pedimos un cambio de mesa, pero el ambiente es gélido doquiera que nos pongan. Nos "resignamos-aclimatamos" y llega el difícil momento de la elección de platos. Todo muy apetecible pero..... Optamos por el menú degustación Prestige (ya que vamos de rollo super pijo) y así aunque te claven te haces una idea más general de cómo se lo curra el chef. Y el veredicto es que: ¡no es para tanto! a excepción de una crema de calabaza con nosequé de cangrejo real que era una auténtica pasada, lo demás ¡pse! A lo mejor nos hemos vuelto muy tiquismiquis, pero entre el frio que teníamos y el ambiente tan estirado (típico de estos sitios tan pijos que le encantan a Gary) no salimos muy contentos que digamos. Es más, Gary (por fin) ha decidido no volver a llevarme a restaurantes con estrellas Michelín y demás pijadas. A partir de ahora vamos a comer/cenar en restaurantes con solera pero con carácter y ambiente relajado y distendido. ¡Ea!
Al día siguiente lo ponemos en práctica. Como el concierto era por la tarde-noche teníamos toda la mañana para patear la ciudad. Decidimos bajar hasta el Barrio Gótico, eso sí, equipados con protección 50, gorras típicas de turistas-guiris y sendas botellas de agua. Anduvimos durante una hora más o menos admirando una vez más los maravillosos edificios modernistas, ¡¡qué bonitos!! Los callejones del barrio gótico son un sitio perfecto para protegerse de las altas temperaturas y de paso perderse y ver la Barcelona de verdad, llena de artistas callejeros, inmigrantes buscándose la vida, turistas y algún barcelonés que otro.
Siguiendo con la promesa de comer en un sitio auténtico, intentamos reservar mesa en el inevitable ELS QUATRE GATS y ¡bingo! a las dos estamos sentados en el corazón de uno de los restaurantes más típicos de Barcelona y mi favorito, sin duda. Por sólo 15 euros se puede disfrutar de un menú estupendo, sabiendo además que estás comiendo en un sitio con historia (se fundó en 1897) y con mucho encanto.
Es curioso pero en Paris nos pasó lo mismo. Gary se empeñó en llevarme al TOUR d´ARGENT, restaurante del siglo XVI, que es famoso por ser de los mejores o de los más caros (no me acuerdo) del mundo. Si habéis visto Ratatouille (peliculón donde lo haya) pues es el restaurante donde acaba de mini chef Remy. Bueno, el sitio es la leche, of course, y lo han convertido en el Musée de la Table. Estás pagando que por ahí han pasado desde Bismark hasta Kennedy y además estás justo enfrente de Notre Dame y eso hay que pagarlo, fair enough!, pero a la larga pagas el sitio y su caché, por muy bueno que esté lo que te pongan. Al día siguiente(en Paris) fuimos a una Brasserie en el barrio del Marais (que por cierto le encanta a Woody Allen) que se llama BOFINGER y por 70 euros (los dos) nos pusieron un menú fantástico con ostras y todo. El sitio era igualmente precioso y el ambiente super agradable. Si alguno tenéis pensado ir a Paris próximamente no dejéis de pasaros, merece la pena. La pagina web es http://www.bofingerparis.com/ .
Volviendo a Barcelona y a Els Quatre Gats (que precisamente está inspirado en en Le Chat Noir de Paris) nos pasó exactamente lo mismo. Después del clave del Drolma nos supo a gloria la dorada al horno y el salmón al azafrán del 4 Gats. Trás el deleite, siesta y a prepararnos para el concierto, que se merece su propia entrada, por lo que lo comentaré más tarde.
Al día siguiente teníamos que dejar la habitación, pero el vuelo era a las 8.30 de la tarde, lo que nos dejaba casi todo el día para volver a disfrutar de la capital catalana. Optamos por coger el Bus Turistic (aún a riesgo de quemarnos como gambas)y hacer la ruta azul que va desde Paseo de Gracia a la zona de Montjuïc, la Villa Olímpica y bajar hasta el puerto. Una de las paradas es el Pueblo Español, que mi madre lleva años machacándome para que no me lo pierda. Así que dicho y hecho. La verdad es que es precioso. Actualmente se utiliza para conciertos de verano, de modo que nos encontramos la plaza mayor castellana convertida en "improvisado" escenario para Kusturica y su No Smoking Orchestra y para George Benson entre otros. Por lo demás las vistas de Barcelona son espectaculares y es bastante curioso pasear por "Teruel" y doblar la esquina y estar en "Córdoba" o "Toledo". ¡Muy chulo!
Como se estaba acercando la hora de comer y el calor era cada vez más insoportable, dimos por concluida la visita y volvimos al bus turistic que nos llevó hasta el puerto; donde sólo era cuestión de encontrar dónde comer. Nos decantamos por un macrorestaurante que hay en el centro comercial Maremagnum, llamado EL CHIPIRÓN,que es perfecto para guiris. Pedimos sendos arroces (paella de marisco y arroz negro) que no estaban muy allá, pero es que es muy dificil superar el arroz negro de mi madre... Pero sólo con estar mirando al mar (como la canción,jeje) nos conformábamos. Teníamos que matar un par de horas todavía, pero hacía demasiado calor para pensar en nada más. Nos bastaba con ver cómo salían los cruceros y demás barquitos. Además el espectáculo lo teníamos asegurado viendo a los top manta jugando al escondite con la policía portuaria. Estuvieron toda la comida poniendo y quitando el chiringuito. Es asombroso con qué facilidad lo montan y lo desmontan para salir de naja en cuanto dan el agua. Perdonadme el deje arrabalero pero es lo que pega en estos casos,jaja. Menos mal que eran todos subsaharianos y pakistaníes o indios, lo digo porque estaban a pleno sol con la que caía, para vender abanicos a 1 euro o gafas de sol a 5, ¡hay que joderse!...
Y después de tan relajante y "entretenido" almuerzo, de vuelta al hotel para coger un taxi al aeropuerto y esperar con esperanza (como decía Juan Carrión) que no tuviéramos mucha retención en la salida de BCN, siendo el comienzo de la operación salida del verano.
No me voy a despedir sin comentar que me ha llamado muchísimo la atención la cantidad de motos que hay circulando por la ciudad, pero mogollón eh!, así como la proliferación de restaurantes japoneses. Vamos que tienes uno en cada esquina.
Definitivamente sigue siendo una de mis ciudades favoritas.

Suzy