domingo, 25 de octubre de 2009

¡HEY,HEY,VICKY!

Hola de nuevo. Ya puedo volver a escribir sobre el sentido de la vida, que es lo que nos preocupa a todos, no? Pues nada como volver al cine, que este otoño viene cargadito de estrenos que merecen la pena. Pero no voy a recomendar las grandes producciones, ni siquiera las independientes, no, esas ya están más que comentadas-criticadas en todos los medios. No, esta vez quiero hacer un llamamiento a todos los que crecieron con series de televisión como Vicky el Vikingo o Pippy Calzaslargas. Esos son los que no deben perder la oportunidad de ver ahora la película Vicky el Vikingo. Da igual que no tengáis hijos o sobrinos, aunque los míos se lo pasaron bomba. La película ha respetado el espíritu de la serie original y no decepciona para nada. Todos los que fuisteis fans de Vicky, os reencontraréis con todos los personajes que tanto nos divirtieron a finales de los setenta. El casting es fantástico, todo un acierto; Halvar, Faxe, Snorre, Tjure,Urobe, Sven el Terrible, están estupendos. Y no hablemos de la aldea, la recreación de Flake es impecable. A todos los nostálgicos se la recomiendo y a los que no lo sean también. ¡¡Estoy entusiasmada!!

Suzy

sábado, 24 de octubre de 2009

SINGAPUR II PARTE

Miércoles 26-08-09

De nuevo hacía Singapur, pero primero hay que salir de Australia. Si entrar está complicado, salir tres cuartos de lo mismo. Tienes que volver a declarar todo tipo de comida, animales, plantas o productos elaborados con animales y plantas, y hasta calzado que pueda llevar restos de tierra o plantas; una pasada vamos. Además hay que rellenar un formulario dando todo lujo de detalles sobre tu destino, el tiempo que has pasado en Australia, dónde lo has pasado y de qué manera. Luego, las colas para salir del país son más o menos las mismas que para entrar; con el añadido de que el papel de los pasaportes españoles es demasiado fino para que lo escanee el ordenador y en qué me ví para pasar el control de pasaportes.
Seis horas y media después, volvíamos a estar en el aeropuerto más bonito del mundo y en una de nuestras ciudades favoritas a raíz de este viaje. Antes de irnos de Raffles nuestros mayordomos (qué pijo suena,jaja) sabían que el cumpleaños de mi hijo era el día 27 de agosto y que por tanto coincidiría con la estancia a la vuelta de Melbourne. Vamos lo sabían porque Gary se lo había dicho y ellos, como tienen tantos detalles, tomaron buena nota. En la despedida de camino a Melbourne, nos hicieron una foto a los cuatro en la habitación y les hicieron regalitos a los críos y demás detallazos. Bien, pues cuando llegamos el día 26 por la noche, nos recogen de nuevo en el aeropuerto y al llegar al hotel nos dan la bienvenida como si de verdad fuéramos de su familia. ¿Qué direis que nos encontramos en la mesilla de la habitación? ¡¡La foto que nos hicieron en la despedida, enmarcada en cuero con el emblema de Raffles!! Bueno, nos quedamos sin habla.
Por supuesto al día siguiente, que era realmente el cumpleaños de Pablo, decoraron la habitación con globos y Happy Birthday por las paredes, mientras estuvimos fuera.Y, claro, aparecieron los tres con una super tarta, absolutamente exquisita, para que pudiera apagar las velas. En fin, muy fuerte. Siendo el cumple de Pablo, le dejamos elegir lo que podíamos hacer o ver. Eligió el zoo, que está en la parte norte de la isla, y que resultó ser una gran elección.
A medida que te alejas del centro, el paisaje se vuelve más y más selvático hasta llegar al zoo que está en plena jungla. Es una maravilla, tiene un lago enorme y precioso, que recorrimos en barco, y los animales no están en jaulas (bueno casi ninguna), se les ve de lo más contento. Por cierto, que estando en la zona de los reptiles empezó a llover y ya no paró. ¡Que manera de llover! Creíamos que nos tenían que sacar de allí en zodiac.
Al día siguiente volábamos para Londres con Singapur Airlines, pero esta vez en el Airbus 380, que es el avión más grande y más chulo del mundo. Si para subir a un avión normalmente pasas por una especie de tunel, después de entregar las tarjetas de embarque; aquí te encuentras con TRES tuneles, uno para los de primera clase, otro para los de la clase turista (esto somos nosotros) y otro para las suites (que llevan camas). Es alucinante; a mi me daba yuyu, no podía dejar de pensar en el Titanic,jaja. Eso de que sea tan grande... Pero una vez dentro, flipas tanto que se te olvida. Tanto el despegue como el aterrizaje fueron perfectos, tan suaves que ni me enteré, vamos yo diría que los más suaves de mi vida. El menú, las azafatas, los azafatos, las pelis, los aseos, bueno, todo, un lujazo. Impresionante. Se nos pasaron las 12 horas de lo más entretenido.
En fin, otra experiencia inolvidable para poner el broche de oro a un viaje de ensueño. :)

Suzy

viernes, 16 de octubre de 2009

QUEENSLAND II PARTE

Miércoles 19-08-09


Hola de nuevo. Hoy también tenemos excursión. Esta vez nos adentramos en el bosque tropical de los alrededores de Port Douglas para visitar una reserva de cocodrilos y demás fauna, aunque principalmente crocs, Hartley´s Cocodrile Adventures. Esta diseñado como un parque para que los visitantes puedan ver a los cocodrilos en su hábitat pero controlando.
El sitio es precioso, con arroyos y esa vegetación exuberante tan característica del rainforest (bosque tropical). Primero nos llevan por el río en un barquito con cristales bien altos y nos obligan a quitar el flash de las cámaras, nos ruegan que no hagamos ningún movimiento brusco y por supuesto nada de levantarnos. Los primeros que vemos (son mucho más grandes que los que vimos de agua salada) nos impresionan bastante y empezamos a hacer fotos como locos. Por la tarde ya eran como de la familia,jaja.
El tío que llevaba el barco paró en mitad del río para darles de comer, con un palo bien largo claro, y eso sí impresiona. Después del viajecito por los idílicos alrededores empezamos a familiarizarnos con el entorno y a darnos cuenta del mogollón de cocodrilos que hay en ese sitio, vamos los tienen a cientos. Está muy bien montado, puedes tomarte un café/té o almorzar viendo a los cocodrilos tomando el sol o nadando por el río, muy relajante. El resto de la mañana se nos va en ver cómo les dan de comer a otro grupo que estaba en una parte mucho más pantanosa del parque. Al estar en la estación seca sólo se pelean por la comida, mientras que en la estación húmeda, cuando están a tope de testosterona, se pueden devorar unos a otros por las hembras. Nos presentan al macho dominante de la zona, Spartacus, un pedazo de bicho de 5 metros; no obstante hubo uno antes de este que llegó a los 6 metros.
Una vez más nos soltaron toda la charla sobre los crocs y no veáis lo que hemos aprendido jaja. Sabemos que no dejan de crecer mientras viven; que no se sabe cuánto viven, pero que más de 90 años mínimo; que sigue siendo un misterio cómo sobrevieron a la Edad del Hielo etc...
También nos dijeron que básicamente son como los adolescentes, sólo les interesan dos cosas en la vida: el sexo y la comida y que su actividad es principalmente nocturna,jeje. Muy interesante.
Pero no sólo de cocodrilos vive el australiano,también tenían todo tipo de reptiles (como el lagarto típico australiano) y alguna que otra pitón y por supuesto koalas (el animal más aburrido del planeta) y wallabies, que son de la familia de los canguros pero más chicos, vamos si no me dicen que es un wallaby, ni idea, porque vamos son tal cual. Ah! y una especie de avestruz rarísima típica de Australia que se llama cassowary. Mis hijos estuvieron dando de comer y acariciando a todos los bichos que se dejaron. Todo muy bonito e interesante, pero después de comer yo ya estaba de cocodrilos hasta el gorro. Pero claro, los críos querían ver el show de las serpientes más el del cocodrile attack y demás reclamos turísticos que, para mi gusto, estaban de más. Pero, vamos, como experiencia no está mal. Se me ha olvidado mencionar que ha sido el primer día que hemos visto la lluvia desde que llegamos. Lo cual hace que sea, una vez más, perfecto.
Si hubiéramos ido al arrecife hoy no habríamos disfruatado ni la miatd de lo que lo hicimos ayer.
Mientras que aquí en pleno bosque tropical la lluvia se agradece. Parece que es lo que pega,jaja.

Jueves 20-08-09 y viernes 21-08-09

Nos quedan sólo dos días antes de volver a Melbourne. Decidimos disfrutar de la playa y la piscina que apenas las hemos catado. La noche del viernes (la última) nos vamos a cenar a un restaurante jamaicano que hay en la playa, Soul n´Pepper, un sitio muy enrollado con música reggae (of course) y con un ambiente muy relajado y buena comida. Volvemos a pedir Barramundi que es el pescado local que mejor se prepara y que además está buenísimo. Creo que ha sido una de las mejores semanas de los últimos años. ¡SÍ! Sin duda ha sido perfecta. Hacía mucho que no lo pasaba tan bien y durante tanto tiempo. He disfrutado tanto que se me han quitado hasta las canas, jaja. En serio, ha sido increíble. No he dejado de decir AMAZING!! ni un momento. ¡¡Un placer para todos los sentidos!! :) :)

Suzy

viernes, 9 de octubre de 2009

LA GRAN BARRERA DE CORAL

Martes 18-o8-09

Hoy es el gran día. Hoy vamos a bucear en La Gran Barrera (Great Barrier Reef). Cogemos un barco a las 8.30 a.m. en la marina que nos lleva al arrecife. Vamos a hacer tres inmersiones y el sitio en cuestión se llama Agincourt Reef. El barco es un super catamarán llamado Poseidon (léase en inglés, o sea sin tilde). Por supuesto, se dedica al submarinismo exclusivamente, lo que los ingleses llaman diving, pero también al snorkelling, esto es bucear con tubo y aletas. Mientras que llegábamos al arrecife, nos iban soltando la charla de cómo usar las aletas bien y demás rollo básico. Además nos daban consejos prácticos para no quemarnos las orejas o la parte de atrás de las piernas que es lo que iba a estar más expuesto al sol. El agua está a unos 25 grados, pelín fría, así que mejor nos ponemos los trajes de neopreno, que están disponibles por el módico precio de 5 dólares cada uno. Total entre explicar las medidas de seguridad mínimas y repartir los equipos para todos los que éramos, se nos va la hora y media que tardamos en llegar al sitio. En la cubierta de abajo estaban los que iban a hacer la inmersión con botellas y todo el equipo. El viaje incluía: morning and afternoon tea, lunch a base de gambas, ensaladas y otras viandas y todos los equipos. Nosotros teníamos que traer nuestras toallas (del hotel), crema solar, gorras y poco más. Todo por el fantástico precio de 540 dólares (family).
La primera inmersión fue la menos espectacular de las tres (aunque como era la primera flipamos bastante). Lo primero que te dicen es que no te acerques demasiado al arrecife; por supuesto que no lo pises, aunque algún torpón se puede resbalar. Como decía, la primera era como de prueba, a ver qué tal se nos daba. La verdad es que mola mucho más el snorkelling que el diving,(sorry por los PADIS), porque todos los pececitos están arriba donde da el solecito, y los que bajan no ven ni la mitad de los colores. Al menos eso nos decían los monitores y uno de ellos era biólogo marino. El tipo en cuestión se llamaba Harald y era holandés. Había vivido en Venezuela y quería practicar español con nosotros. Entre la primera y la segunda inmersión que estaban a una distancia de unos 15 ó 20 minutos máximo, nos soltó la charla sobre los peces que estábamos viendo y el estado del coral en general. La verdad es que era majísimo y los críos estaban embobados escuchándole. La segunda vez fue la más chula. Ya teníamos la técnica (los críos controlaban el tubo y le habían cogido el tranquillo a la cosa). Se me había olvidado decir que había un fotógrafo profesional perteneciente a la tripulación que se dedicaba a hacerle fotos a toda la peña y a todos los peces que se iba encontrando. Al acabar la jornada podías ver si te interesaba comprar el cd con las fotos en las que tú salías. Mucho mejor que tener que ir haciéndolas tú, porque así te relajas y te dedicas a seguir a los peces.
Es como estar dentro de un documental de National Geographic. Lo primero que nos llamó la atención fueron las barracudas, para entonces estábamos buceando con Harald y nos iba diciendo el nombre de todos los peces que nos encontrábamos. Había unos peces llamados unicornio, por razones obvias, tenían un pedazo de cuerno en toda la cara,jaja. Vimos peces ángel, y los primeros "Nemos" en su anémona. Los colores son algo impresionante y la variedad de especies.... Además aquí también vimos un par de peces muy graaandes. Uno estaba en una especie de cueva que hacían los corales, sería un bicho de unos 25 ó 30 kg, y el otro pasó delante nuestra sin inmutarse y la verdad impresiona bastante.
Después de semejante experiencia, comimos sentados en la cubierta de arriba para poder coger el sol a tope, porque con los trajes de neopreno empapados se pasa bastante frío. Después de comer Harald nos dio otra charla antes de llegar a la última parada de nuestro viaje. Esta vez iban a organizar tres grupos; uno con Harald, otro con Martin (que era otro monitor muy majo) y otro con Sarah. El grupo de Harald iba a hacer un "shark tour", o sea una ruta buscando tiburones. No estamos hablando del gran tiburón blanco ni nada parecido; estas aguas son cálidas y poco profundas así que son tiburones de arrecife y no es normal que ataquen al hombre. Pero oye, no dejan de ser tiburones y gracias a Spielberg se les tiene mucho respeto.
A mi hija no le moló nada la idea, mientras que mi hijo estaba encantado. En fin, la convencí de que la posibilidad de verlos sería remota y de que no podíamos desperdiciar la última oportunidad del día. Y oye ¡justo!, no llevábamos ni 10 minutos en el agua cuando de repente (ahora sí que hay que ponerle la banda sonora) aparece uno. Yo sólo lo vi de espaldas pero me pareció lo suficientemente grande como para acojonarme. Mi hija empezó a gritar (con tubo y todo), pero conseguí que se calmara; 5 minutos después apareció otro. Esta vez lo vimos mucho mejor, pero ya fue demasiado y opté por cambiar de grupo y seguir disfrutando de los corales, estrellas, anémonas y todos y cada uno de los peces que había que ver.
La vuelta fue muy movida. Había más olas que por la mañana y un par de pasajeros estuvieron echando la papilla,jeje. Nosotros ya nos habíamos convertido en el club de fans de Harald y le seguíamos por todo el barco para que nos explicara y enseñara más cosas sobre los peces que habíamos visto. En esto llegamos a puerto casi sin enterarnos. No sin antes recoger el cd con todas las fotos submarinas. Llegamos como a las 5, tiempo justo de ducharnos para ir a cenar y rematar un día perfecto, por no decir el más perfecto del viaje.
Supongo que es como ir a Africa y hacer un safari , sólo que en versión acuática. La experiencia es tan completa y enriquecedora que te sale por los poros. PUF!! ¡Qué pasada! No me extraña que enganche. Me dieron una envidia todos los de la tripulación. ¡Vaya curro! ver esa maravilla todos los días y encima que te paguen... AMAZING!! :) :)

Suzy

lunes, 5 de octubre de 2009

QUEENSLAND I PARTE

Sábado 15-08-09

Hoy volamos de nuevo. Nos vamos una semana a Cairns con mis cuñados y el primo Daniel. Para que os situéis, Melbourne pertenece al estado de Victoria y está en el sureste; mientras que Cairns pertenece al estado de Queensland, y está al noreste. De una punta a otra. Queensland es el segundo estado más grande de Australia y es famoso por tener una de las Maravillas del Mundo, La Gran Barrera de Coral. Al estar tan al norte, el clima es tropical. En 2005 estuvimos una semana buscando a Nemo en The Gold Coast, que está bastante más al sur y el tiempo no nos acompañó, aunque lo pasamos pipa. Esta vez, para asegurarnos nos vamos a la punta norte.
Mi cuñada Kim nació en Western Australia, pero de joven vivió en esta zona y la controla bastante. Según ella, Cairns no mola nada, está demasiado explotado. Así que nos eligió un pueblecito costero que está a una hora al norte de Cairns en donde ella trabajó durante una temporada.
Port Douglas es un puerto pesquero que empezó a desarrollarse con la fiebre del oro de finales del XIX y que a mediados de los 80 (del XX) tuvo otra fiebre, pero esta vez urbanística, y se dedicaron a construir hoteles, villas y resorts. Pero vamos, que no es precisamente Torrevieja.
Es más, Kim no había vuelto desde hacía 20 años y dice que, por supuesto, ha cambiado, pero está más o menos. Es bastante tranquilo . Está claro que la gente aquí no se estresa, tipo Caribe. Bueno huelga decir que es una monería.
Cuando Kim salió de aquí llevaba una mochila y viajaba en autobús, de modo que decidió volver a lo grande y reservó una limusina para que nos llevara del aeropuerto al resort. Es lo bueno de tener pasta,jaja.
Una hora en la limusina nos dio la opurtunidad de ver lo que nos esperaba. Ríos, manglares, bosques tropicales, playas de arena blanca y vegetación exuberante. YUPPY!! El paraíso debe ser muy parecido a esto,jaja. El resort se llama Hibiscus Gardens y aquí tenéis el link para que se os pongan los dientes todavía más largos: http://www.hibiscusportdouglas.com.au/ ,ventajas de tener a la familia repartida,jaja.
Las habitaciones son en realidad apartahoteles y el nuestro es enoooooooorme. Las piscinas, los jakuzzis y demás una maravilla. Aunque a toda esta gente se le ha acabado la tranquilidad.
Tres de los críos más chillones del planeta acaban de aterrizar. Sorry!
El resto de la tarde se nos va en organizar y comprar lo que necesitamos para vivir toda la semana y tratar de decidir qué excursiones podemos hacer. ¡La oferta es apabullante!
Para cenar, nos vamos a la calle principal del pueblo que es donde está la "marcha", lo entrecomillo porque siendo sábado noche no se puede decir que haya mucha. Pero bueno, aquí la gente viene a practicar todo tipo de deportes acuáticos (pescar, bucear, navegar...) relajarse en los resorts y poco más. Estamos en la estación seca, con lo que nos podremos bañar sin miedo a que nos piquen las medusas (BOX JELLY FISH e IRUKANDJI) que acaban con un tío con un sólo toque. Los australianos no las llaman jelly fish como los ingleses, sino stingers (por aquello de que sting-pican) y de noviembre a marzo sólo te puedes bañar en un cuadradito de la playa, el llamado marine stinger enclosure, que tiene la red a prueba de todas estas.
La temperatura es perfecta, 27-28 grados más o menos, eso porque es invierno; en verano, la estación húmeda, la temperatura sube unos 5 grados pero la humedad es insoportable, llueve mogollón y aparecen todos los bichos del bosque tropical que no molan nada: sapos que escupen veneno y tienen muy mala leche (son los CANE TOADS, con los cuales hacen carreras los lugareños, es que son muy heavies,jaja) lagartos XL, cucarachas como ratones y las medusas venenosas entre otros. Total, que hay que ir en invierno, está claro.
Acabamos cenando en un restaurante que parecía más un bar de copas que otra cosa, sobre todo por el nombre Rattle´n`hum, como el disco de U2; pero la cocina nos sorprendió gratamente. Este país es graaaaande y la gente piensa en grande (además de ser grandes también, jeje). En Inglaterra o en Singapur cuando pides un menú de niños lo normal es que te traigan la típica hamburguesa o pizza tamaño niño. Pero aquí no, aquí hasta los niños son grandes y su menú a lo bestia. Después de la cena, paseíto para ver la playa aunque sea de noche y WOW!!, ¡¡QUÉ CIELO!! ¡Qué cantidad de estrellas! ¡Qué preciosidad de noche! :)

Domingo 16-8-09

Por la mañana a la playita, bueno de playita nada. Se llama Four Mile Beach y efectivamente tienes cuatro millas de arena blanca y cocoteros,UFF, ¡Qué pasada! Siendo domingo está casi vacía, comparado con lo que estamos acostumbrados en el Mediterráneo, jeje. Pero antes de unirnos a los críos que ya están disfrutando en la playa, Kim y yo nos vamos al Sunday Market, esto es el mercadillo, que no tiene desperdicio. Es bastante artesanal, o sea que sería más paredido a lo que entendíamos por "los hippies" en los 80, que a lo que es ahora el mercadillo de los miércoles en CT o de los jueves en Murcia.
Tienes a los que te hacen "joyas" con la corteza de los cocos; tienes al que vende pieles de cocodrilo para que te hagas sombreros, cinturones o lo que se tercie. Tienes artistas callejeros improvidados tocando clásicos de los Creedence; tienes a otro tío con un remolque lleno de cocos que te los abre con el machete para que te los bebas o te los comas. Otro puesto con caña de azúcar para sacarle el jugo y que te lo bebas tal cual. Por cierto que los alrededores de Port Douglas están llenos de plantaciones de tabaco y caña de azúcar. Me recuerda un montón a Cuba. También hay puestos de sombreros de todo tipo y tamaño; otros de boomerangs y demás artículos aborigen. En fin, muy interesante. Pero sobre todo, la gente. Los Aussies (australianos) son la caña, son muy heavies como ya he dicho, pero es que no les queda otra, este país es mucho.
Después del mercado, a la playa como ya he dicho, pero sólo hasta la 1, porque a las 2 teníamos la primera excursión programada.
Habíamos pensado coger un barco, el Lady Douglas que salía de la marina en la hora de la siesta para llevarnos por los manglares e intentar ver a los cocodrilos en su entorno natural. El reclamo era de lo más atractivo así que fuimos directos.
El barquito, imitando a los antiguos de vapor, es una monada y nuestro patrón muy majo. Nos da la explicación del recorrido y de lo que vamos a ver. Estamos en un estuario, de modo que los cocodrilos de los manglares son de agua salada, es decir más agresivos que los de los ríos. De hecho a veces aparecen por la playa, pero sólo en la estación húmeda, uff.
Como es la hora de la siesta y la marea está baja aprovechan para quedarse en el barro tomando el sol. Así que es bastante probable que los veamos. Y ¡bingo! El primero nos costó mucho verlo. La leche como se camuflan. Ya nos lo dijo el patrón que tenían el mismo color que el barro y las ramas, y efectivamente, no hay manera. Visto el primero ya sabíamos lo que teníamos que buscar. Conseguimos ver tres más aparte de ese. Nos advirtió que había un nuevo macho dominante en la zona muy agresivo. Pero no lo vimos, sólo hembras.
¡Alucinante! Una cosa es verlos en el zoo, pero vértelos en el agua al lado tuyo, impresiona lo suyo. El recorrido por los manglares en sí ya merece la pena, con toda la vegetación y las aves de presa que también vimos, pero ver a los crockies tomando el sol en el barro y meterse en el agua es un flipe.
Antes de volver a la marina nos dio una vuelta por la boca de la ría y por un pequeño cabo que hay justo al empezar la playa. Al pasar por uno de los muchos restaurantes que hay mirando al mar, nos dijo que todas las tardes a eso de las 5 venía un pez muy grande al mismo sitio a que le dieran de comer, por lo que se había convertido en una celebridad, hasta le han puesto nombre: George! A lo mejor mañana nos pasamos. De vuelta a la marina nos despedimos de nuestro patrón que ha sido encantador y nos ha contado mogollón de historias de cocodrilos. Además hemos aprovechado para bombardearle a preguntas sobre qué excursiones merecen la pena y cuáles son un timo para los turistas.
Después de 2 horas y media con un sol de justica pero totalmente satisfechos con la super experiencia nos volvemos al resort a relajarnos en la piscina. Por la noche barbacoa a la luz de las antorchas de la misma. Otro día redondo. :)

Lunes 17-08-09

Día libre de excursiones para volver a disfrutar de la playa-piscinas o para hacer compras varias. Por la tarde teníamos planeado coger mesa en el restaurante de la marina donde le dan de comer a George. El tío lo tiene muy claro. Todos los días a las 17.15 sabe que le dan las sobras de los pescados del día. A las 16.30 ya estamos en pole position. Y ciertamente a las 5.00 aparece un camarero con un cajón lleno de esqueletos de pescado. Nos da la bienvenida y nos empieza a contar lo que estamos a punto de ver. El agua no estaba muy turbia con lo que seríamos capaces de verlo bastante bien. El pez en cuestión es una especie de mero pero a lo bestia. Nos dice que hay más de uno, en realidad son tres, aunque George es el más tocho. Y nos disponemos a inmortalizarlo preparados con nuestras cámaras, como los japoneses, sin tener ni idea de lo que íbamos a ver. Le ponemos la banda sonora de Tiburón, chanan, chanannnnn y de repente vemos una cola, la tensión va en aumento y pasan otro par de minutos y alguien grita ¡ahí va! y tú dónde, dónde. Ahí está, pero no uno, sino los tres, qué pasada de bichos, tienen por lo menos 3 metros, y empiezan a zamparse todo lo que les van echando, así sin prisa, tranquilamente, mientras la peña alucina en colores. Debí hacerle unas 30 fotos para conseguir sacarlo un par de veces,jaja. Después del espectáculo y totalmente alucinados nos dispusimos a cenar y de paso ver la puesta de sol que también fue espectacular, de escándalo vamos. De ahí a "casa" a dormir temprano que mañana toca madrugar.

Suzy