sábado, 22 de noviembre de 2014

EN BUSCA DE HARRY POTTER

Hooooola de nuevo.Ya pensabais que no volvería, ¿verdad? Yo también. Pero aquí estoy de nuevo. Total ¿qué son cinco meses de nada? Pues eso, nada o mucho, según se mire. Si os digo que he estado muy liada no me vais a creer, ¿verdad? Desde que empezó el curso no he tenido mucho tiempo que digamos. Que me diréis,  ¡vaya excusa más barata!  Pero es cierto, cuando tenía hueco no tenía Internet y cuando tenía Internet no tenía hueco. Pero el miércoles volví al instituto a saludar a mis antiguos alumnos y compañeros y de repente me han entrado unas ganas locas de comunicarme por aquí otra vez.
   Estoy muy contenta en mi nuevo centro. El hecho de volver a dar inglés a tiempo completo me está sentando genial. No me había dado cuenta de lo mucho que lo echaba de menos. Tengo que admitir que la experiencia de dar Lengua Castellana estuvo bien, pero prefiero dar inglés, se me da mejor, jeje.
   Eso no quiere decir que no eche muchííísimo de menos a mis antiguos alumnos de Isaac Peral. Por supuesto que sí, como me pasó cuando me fui llorando de Roldán. No lo puedo evitar, ya sabéis que soy una sentimental, qué le voy a hacer. 
   Bueno, para no colgarme mucho, el resultado de esta nueva situación es que aún me estoy aclimatando al centro, a los alumnos, a los compañeros, al horario y a los viajes en coche después de 6 años yendo a  trabajar andando. 
   Dicho todo esto como excusa, os voy a contar algo, que ya toca. Este verano estuvimos en Oxford aprovechando la consabida visita a las Islas. Yo había estado de pequeña, en los 80 y por supuesto no me acordaba de nada. El motivo principal para visitarlo no era solo el de conocer la ciudad, sino el de tratar de encontrar algunas de las localizaciones de las películas de Harry Potter. En particular de la primera, 'Harry Potter y la piedra filosofal'. Una de las secuencias más conocidas se rodó en una de los colegios universitarios más espléndidos de la ciudad. Estoy hablando de Christ Church que se fundó a principios del siglo XVI en tiempos de Enrique VIII. El monarca insistió en que la capilla del colegio se convirtiera en la catedral de la ciudad, siendo por este motivo única en el mundo. El College Hall de Christ Church, esa gran sala con largas mesas de madera pulida e impresionantes retratos (incluido el de Lewis Carroll que estudió y enseñó allí)  sirvió de inspiración para la versión cinematográfica del comedor de Hogwarts. Así mismo la secuencia en que la profesora McGonagall da la bienvenida a los alumnos de primer curso a Hogwarts se rodó en la escalera principal de Christ Church que lleva justamente al gran salón.
Así que como buenos mitómanos allí nos plantamos con nuestras cámaras y con no sé cuántos japoneses más, para no perder detalle y empaparnos de todo el ambiente que se respira al franquear esos muros.
Y como podéis ver en la fotos es precioso y se respira cultura, paz y serenidad. Aunque como no podía ser de otra forma estaba a reventar de turistas, es lo que tiene viajar en agosto. 
   Oxford ha servido de inspiración para muchas películas y en particular Chirst Church ha salido en más de una. La serie original de la BBC 'Retorno a Brideshead' también se rodó en parte aquí. Las habitaciones del colegio universitario de Sebastian Flyte estaban en el llamado Peckwater Quad. El personaje de Anthony Blanche, también de Brideshead, fue sumergido en el estanque del Tom Quad que es el gran patio que hay en la entrada de la Tom's Tower.  El gran salón también salió en la película española 'El último viaje de Robert Rylands' de Gracia Querejeta. 
   Pero no solo Christ Church, toda la ciudad se puede utilizar como localización ya que está muy bien conservada. Casi por casualidad ¿o fue el destino? entramos a comer a un pub, The White Horse, que resultó que había servido de localización en la película 'Los Crímenes de Oxford' que Alex de la Iglesia rodó con Elijah Wood (Frodo en 'El Señor de los Anillos'). De modo que entre Harry Potter, Frodo y Sebastian Flyte, yo estaba encantada. Ahora eso sí, se respira cultura y todo lo que tú quieras pero el filón que han encontrado con Harry Potter es inagotable. El merchandising es impresionante. Todo lo que os podáis imaginar se vende. Hasta un Dobby tamaño natural por el módico precio de 2000 libras. Sí, habéis leído bien, 2000. Por último, no dejéis de visitar el Museo de Historia Natural que es una preciosidad. No es el de Londres, pero está genial. Tanto el continente como el contenido. El edificio es muy bonito y todo lo que tienen dentro muy interesante. Está especialmente indicado para ir con niños, pero los adultos fliparán igual. Esto lo digo pensando en mi amigo Javi que tiene que llevar a su hija Irene a ver todo lo de Harry Potter y ya de paso disfrutarán de esta maravilla.
Bueno, pues ya nos hemos puesto al día. Ahora me podéis contar cómo os va si queréis.
Prometo no volver a abandonar este sitio más. :) 
Un beso
Suzy