martes, 21 de abril de 2015

LUNES NEGRO

Hola de nuevo. Después de un suceso tan horrendo como el de ayer en el instituto Joan Fuster de Barcelona no podemos menos que reflexionar un poco. Supongo que habrán corrido ríos de tinta por las redes sociales, no obstante, yo estoy bastante conmocionada desde ayer y como no se me va de la cabeza he decidido poner por escrito lo que me está rondando. Yo tengo un hijo de 13 años, soy profesora en un instituto y además compartía instituto con mi hija de 17. De modo que me sentí muy identificada con la profesora herida y con su hija que intentó ayudarla. Pensé que eso me podía pasar a mí en cualquier momento. Cualquier día puede entrar un alumno a mi clase y sacar de esas mochilas que pesan 200 kg cualquier arma (siempre será un arma blanca en este país) y arrojármela o clavármela. Y, por supuesto, siempre y cuando no tenga 14 años a ese angelito no le pasará nada. No sé a vosotros, pero a mí me da mucho yuyu. Para empezar, me indigno una vez más (en vano, ya lo sé) porque mi gremio no se movilice con cosas como esta. Esta mañana no tendríamos que haber entrado a clase ninguno, en ningún instituto de España, en solidaridad con las víctimas y como protesta contra la indefensión a la que estamos expuestos desde hace lustros. Porque no nos engañemos, esto es noticia esta semana, pero la que viene volvemos a estar a los pies de los caballos. Cualquier padre o cualquier alumno puede venir o esperarnos a la salida y darnos la del pulpo. Pero eso ya no será noticia y sólo interesará a los pocos que se preocupen por el desgraciado de turno.
Y así ¿hasta cuándo? ¿Cuántas barbaridades más tienen que ocurrir para que cambien de una puñetera vez la edad penal en este país? 
  El brutal asesinato de Sandra Palo en 2003 no fue suficiente para cambiar la ley. Uno de sus cuatro asesinos que contaba entonces con sólo 14 años, el Rafita, fue acusado de secuestro, violación y asesinato y  sólo cumplió 4 años de internamiento en un centro de internamiento en Carabanchel. Imagino como se le revolverán las tripas a la madre de Sandra cuando piense que semejante psicópata está pululando por ahí. De hecho esta señora, Mª del Mar Bermúdez, ha creado una asociación (Asociación Sandra Palo) que intenta conseguir, entre otras cosas, que se revisen las leyes y se endurezcan las condenas de los menores en España. 
   Ahora no nos vamos a poner a buscar culpables, ni a rasgarnos las vestiduras, total de qué serviría. Desde el momento en que nuestros alumnos desayunen, coman y cenen sexo y violencia sin ningún control no sirve absolutamente de nada. Ya hablé hace tiempo aquí de lo que me atreví a denominar como "Generación sin Rombos" a tenor de la basura que consumían por televisión tanto los alumnos de Primaría como los de Secundaría. Pero no es sólo que nadie les dice que se vayan a la cama cuando ponen cosas que no son adecuadas para su edad (que es a todas horas); es que nadie les pide el DNI para ver cualquier película de mayores en el cine o para comprar cualquier videojuego para mayores de 18. Cuantas más entradas se vendan... o cuantos más videojuegos se compren mejor para todos.  
  En fin, no me quiero alargar mucho más, sólo quería compartir con vosotros una canción que desgraciadamente viene muy a cuento de lo que pasó ayer. Se trata de la famosa (por lo menos para mi generación) I don't like Mondays de los Boomtown Rats del año 1979. La canción fue escrita tras conocerse la noticia de que una chica de 16 años en San Diego (California) había matado al director y al conserje y  herido a un total de 8 personas más entre alumnos y profesores de su instituto. Cuando le preguntaron el por qué, contestó simplemente que no le gustaban los lunes y quería "animar" el día. Ante un crimen tan absurdo como el de ayer es lo único en lo que puedo pensar.
Suzy


 

miércoles, 15 de abril de 2015

VARIOS COMENTARIOS

Hola buenas, hace una tarde perfecta para escribir. Una tarde lluviosa de abril. Es tan litierario, jeje. Pues por una de esas extrañas conjunciones astrales no tengo nada que corregir, ni que cocinar ni deberes que supervisar ni nada de todo lo que normalmente me mantiene a km. de esto. Antes de Semana Santa tuve la suerte de leer un libro que me encantó. Me lo regaló mi querida amiga María Jesús por mi cumpleaños el año pasado y no había podido hincarle el diente antes. Se trata de 'Lennon' de un autor francés que yo desconocía, David Foenkinos. Es una biografía del mítico músico, pero no al uso. Me explico, el autor se atreve a contar la vida de Lennon en primera persona. Desde su terrible infancia hasta el día antes de ser asesinado. El resultado no puede ser más interesante. Se la recomiendo a todos los beatlemaníacos  y a los que no lo sean también, pues es realmente fascinante. Sabía  que los comienzos de Lennon habían sido duros, pero no me podía imaginar hasta qué punto. Pero no sólo su infancia y su adolescencia fueron duras, toda su carrera artística, su primer matrimonio... en fin, que el pobre fue un desgraciado hasta que conoció a Yoko. Insisto en que está genial, muy bien escrita  y además se lee del tirón. No sólo eso, he descubierto a un autor al que a partir de ahora le seguiré la pista.
   Otra cosa; acabada la temporada de Oscars, Baftas, Goyas y demás galardones, no he estado mucho en el cine ultimamente, que ya sabéis que es como mi segunda casa. No obstante, el otro día fui a ver 'El nuevo exótico hotel Marigold' que es una peliculilla sin más pretensiones que las de ponerte una sonrisa en la cara y pasar un rato muy agradable disfrutando con la flor y nata del cine británico y todo el esplendor de colores de la India. No es tan buena como la primera, pero se sigue viendo muy a gusto. Pero lo que voy a contaros es la sorpresa que me llevé cuando vi que aparecía por la puerta del hotel nada más y nada menos que el único e incomparable Richard Gere. Yo no sabía que lo habían fichado para esta segunda entrega y me quedé muerta cuando lo vi. Como en el cine estábamos solo 4 personas, pues fue como si de repente se presentara en la puerta de mi casa. Dios ¡qué subidón! sigue siendo el hombre más sexy y más atractivo de su generación, y aunque nunca le van a dar un Oscar por hacer de Hamlet ni nada de eso, es encantador y te alegra la tarde solo con verlo :)
   Antes de despedirme quiero hablaros de lo mal que lo pasé  a principio de esta semana en la consulta de un médico de cuyo nombre no quiero acordarme. En una sala de espera minúscula nos hacinamos 9 personas y en el tiempo que estuve esperando mi turno, intentando inútilmente leer un libro de los de toda la vida (con sus páginas de papel y todo), el grado de contaminación acústica al que estuve expuesta me descompuso los nervios para el resto de la semana. En la salita estaba puesta al mismo tiempo la tele y la radio (pero no como hilo musical, sino con una tertulia de lo más escandalosa) que ya de por sí era bastante molesto. A eso le sumamos dos niños de 5 y 7 años que no paraban, mientras su aburrido papá leía algo en su móvil sin inmutarse. Acto seguido llegaron otros padres con gemelos y lo primero que hicieron estos últimos en cuanto se sentaron, fue sacar sendas Nintendos DS y empezar a jugar a sus jueguecitos con sus músicas ratoneras correspondientes. Mientras que los niños me deleitaban con tan agradable música, ambos padres sacaron sus móviles respectivos y empezaron a bombardearnos con todos los whatsapp que iban recibiendo. ¡Cómo iba a poder leer así! Me sentí muy marciana. ¿Dónde quedan aquellas consultas en que el hilo musical era eso, un hilo de música de Kenny Gee y la gente ocupaba su tiempo de espera en hojear revistas? Ahí lo dejo para que reflexionéis, o no.
   Una cosa más, una amiga mía del Taller de Escritura que escribe pero que muy bien, Mónica, ha empezado un blog que se llama 'Agua con Limón'. Os lo recomiendo también.
Un beso y a disfrutar.

Suzy