miércoles, 30 de noviembre de 2016

UNA NUEVA ESPERANZA

Hola de nuevo, mis alumnos han vuelto a darme una lección y eso ya es motivo suficiente para publicar una entrada. Como veréis sigo con  referencias cinéfilas y alguno de vosotros puede que haya reconocido en el título de la entrada el título de una película que supuso el comienzo de una de las sagas más rentables de la historia del cine. Por supuesto que los fans de "La Guerra de la Galaxias", aunque ahora queda más chuli usar el título original, "Star Wars", ya sabrán que me refiero al Episodio IV.
La saga está tan arraigada en la cultura popular de la última mitad del siglo XX y lo que llevamos de XXI que hasta los NO seguidores de la misma, reconocen a sus legendarios personajes.
En el Episodio IV, Obi-Wan-Kenobi se convertía en la última esperanza para salvar a los rebeldes de la dominación del Imperio encabezada por uno de los mejores personajes que nos ha dado el cine, el malvado Darth Vader. A su vez Obi-Wan depositaba en el joven Luke Skywalker todas sus esperanzas para devolver el equilibrio a la fuerza y derrotar al lado oscuro.
Pues mis alumnos de 1º de bachiller e incluso algunos de 4º de la ESO disfrutaron ayer de uno de los mejores clásicos de la historia del cine y no murieron en el intento. Cuando digo disfrutaron, lo digo con doble intención, o  lo que es lo mismo, la vieron y les gustó.  
Con motivo del Festival Internacional de Cine de Cartagena, el FICC, se está proyectando un ciclo dedicado al gran Billy Wilder y se pueden volver a visionar algunos de sus mejores títulos. Ayer en concreto le tocaba el turno a la sin par "El Apartamento". La gente de mi generación puede admirar facilmente la grandeza de esta obra, después de todo teníamos obras maestras como esta para desayunar, comer o cenar. Lo extraordinario es que a mis alumnos no les estallara el cerebro al verla ayer. Igual que a los marcianos de "Mars Attacks" les estallaba el cerebro al oír la canción que ponía la abuela del protagonista en su tocadiscos y de esa manera se salvaba la humanidad, yo pensaba que mis alumnos al ver una película sin efectos especiales, sin acción trepidante,  sólo con diálogos y personajes (y qué personajes) perecerían.  Sus pobres cerebros sobreestimulados a base de videojuegos y basura cibernética se desintegrarían como los de los marcianos de Tim Burton, al ser obligados a ver una película en blanco y negro en versión original subtitulada. 
Pero no fue así, a algunos de ellos incluso les gustó y hasta se portaron bien. 
Como he dicho, aún hay esperanza para el futuro de la humanidad, no todo va a ser Gran Hermano y Mujeres Hombres y Vicecersa. 
Demos gracias a los dioses. 

Suzy
  

lunes, 14 de noviembre de 2016

CINE ESPAÑOL

Hola otra vez, como dije he vuelto con las pilas cargadas. Voy a seguir contando cosas que me han pasado ultimamente.
He ido al cine un montón desde que volví de la playa y puedo recomendar unas cuantas películas que no os deberíais perder. Entre todas esas hay unas cuantas españolas que no tienen nada que envidiarle al cine que viene de allende los Pirineos. Y es que el cine español está subiendo de nivel por momentos.
Si además hablamos de actores hay uno que brilla con luz propia y que aunque ya sabíamos que era bueno, no se cansa de demostrarlo. Estoy hablando de Antonio de la Torre. Creo que no le quedan registros por probar. Da igual lo que haga, siempre se sale y siempre, siempre está tan convincente que vemos al personaje, nunca al actor. Y ahí está la grandeza del actor, de cualquier actor que sea capaz de enseñarnos eso. 
Pero vamos a hablar de películas que deberíais ver:
   Recomiendo especialmente la opera prima de Raúl Arévalo (otro grande, por cierto) Tarde para la ira.
En ella podemos encontrar a un Antonio de la Torre soberbio junto a otros muchos, están todos geniales. La película es dura, pero buenísima. Espero que le den todos los reconocimientos que se merece.
   Otra muy buena es la última de Alberto Rodríguez (el de la la Isla Mínima) El hombre de las mil caras. Se debería llamar la verdad sobre el caso Roldán o cómo nos engañaron (y nos siguen engañando) nuestros políticos. Es de visionado obligado, además de ser un muy buen thriller, interpretado impecablemente tanto por el genial Eduard Fernández como por José Coronado que, todo hay que decirlo, mejora con la edad, no hay duda.
   La última de J.A.Bayona no necesita promoción, pues ha tenido una campaña mediática impresionante. Pues sí, está justificada, después de todo es el Spielberg español y nuestro Midas particular, ya que todo lo que toca se convierte en oro. Chapeaou por Bayona. Le ha vuelto a salir redonda.    
Un monstruo viene a verme es de visión obligada para cualquier cinéfilo y para los que no lo son también.
   Que Dios nos perdone es lo último de Rodrigo Sorogoyen, que ya nos sorprendió con Stockholm, y de nuevo nos encontramos  con un Antonio de la Torre en estado de gracia. Pero aquí además le hace la réplica un Roberto Álamo que no le va a la zaga. Roberto Álamo es otro de los nombres que van a empezar a sonar a partir de ya. Otro thriller que te mantiene pegado al asiento desde el minuto uno.
   Y por último lo último de Dani Rovira, 100 metros. Este último sí que es un fenómeno sociológico digno de estudio. Ha pasado de ser un habitual del Club de la Comedia con un una repercusión relativa y adscrita a los fans del Club, a convertirse en omnipresente.
Doquiera que mires te lo encuentras, ya sea en un programa de radio, uno de televisión, un anuncio, o todas y cada una de las comedias de moda. He de confesar que de tenerle cariño y disfrutar con sus monólogos, le había empezado a coger manía. Sin embargo, este fin de semana he cambiado de opinión y he vuelto a recuperar mi fe en el muchacho, aunque sigo saturada por su intensa presencia mediática.  En 100 metros se mete en la piel del deportista Ramón Arroyo que de no ser por su condición de enfermo de esclerosis múltiple no lo conoceríamos. La película nos cuenta lo durísima que es esta enfermedad tomando como vehículo la historia de superación de este hombre que decidió convertirse en un "IronMan" y participar en un triathlón, la prueba deportiva más dura del planeta, cuando le diagnosticaron con la enfermedad.
Pues Dani Rovira ha superado también la prueba de meterse en un papel dramático y debo decir que la supera honrosamente y sin sobreactuar. La película, dirigida por Marcel Barrena, también es muy recomendable, no solo para ver a Dani en este nuevo registro sino para, como he dicho, entender un poco mejor lo que tienen que pasar los enfermos de esclerosis múltiples. Una vez más la química entre Rovira y Karra Eejalde funciona como un reloj y además podemos admirar a otra de las que ultimamente está también en todas partes, Alexandra Jiménez. Este trío ya es razón suficiente para ir a verla, pero además es una buena película. 
Estas son mis recomendaciones en lo que se refiere a cine español. Ya me contaréis.

Suzy 



domingo, 13 de noviembre de 2016

DE TODO UN POCO

Hola por fin. Hace siglos que no porto por aquí y supongo que habréis pensado que ya había echado el cierre, pues no, al menos todavía no. No es que no me haya pasado nada digno de mención, es que son demasiadas cosas y no veo el momento. Ya sé que suena a excusa barata, pero es lo que hay.
Desde que volvimos del verano mi vida ha cambiado un poco. Tengo a mis hijos estudiando en el mismo centro en el que trabajo y eso me ha alterado bastante la rutina. Ahora ya no soy sólo la maestra de inglés, ahora también soy la madre de Pablo y Sofía. Y claro ésto que, por supuesto, es una nimiedad, me altera un poco. Muchos compañeros míos tienen a sus hijos donde trabajan y no pasa nada, será que yo estoy un poco más alterada que ellos de por sí.
Cuando tus hijos son pequeños no te quieres separar de ellos (o sí, según la caña que den) y cuando crecen no te puedes creer que hubo un tiempo que te sintieras así. La idea de perderlos de vista se te hace cada vez más atractiva. Vaya por delante que adoro a mis hijos, sobre todo si están lejos de mí.
Y como ninguno de los dos es lector de este blog tampoco me preocupa que me critiquen por lo que diga por aquí. Al fin y al cabo este medio sigue siendo mi terapia y suelto lo que me agobia.
Pero no todo han sido marrones, me han pasado un par de cosas muy buenas desde que empezó el curso. La primera y más importante es que hemos conseguido vender el local de la academia donde trabaja Gary y hemos vuelto a nuestra sede original, con una sensación de ligereza que hacía tiempo que no experimentábamos. Nos ha comprado el local La Alianza Francesa.
¡¡Viva Francia!!  A ellos les viene al pairo que debajo se hayan instalado con alevosía y nocturnidad los miserables de Fluency (otra academia de inglés),  por algo son franceses
La otra buena noticia es que por primera vez en 24 años que llevo dando inglés en la enseñanza pública, tengo un grupo bilingüe de verdad. Y cuando digo bilingüe es que lo son. Ya he hablado por aquí de lo que opino del bilingüismo y de lo mal que está planteado en este país. Sigo pensando igual. Mientras que los politicuchos de medio pelo que tenemos no se den cuenta de que la única manera de que la gente aprenda inglés es dando más horas de inglés en grupos reducidos, seguiremos yendo a la cola de Europa.
Bueno, pues resulta que el grupo de 20 chavales de 1º de bachillerato que me ha tocado en gracia este curso SÍ  me pueden seguir en inglés toda la hora, SÍ me contestan en inglés (unos mejor que otros, evidemente) y sí siento que tiene sentido todo lo que digo y explico. A ver, si alguno de mis antiguos alumnos lee esto por casualidad, que no se me ofenda por favor. En todos mis años dando clase he tenido alumnos de todo tipo, unos mejores que otros como es normal. En cada clase siempre había alguno que otro que bien porque lo llevaban a alguna academia, porque le gustaban los videojuegos, porque le gustaba la música o simplemente porque le molaba el inglés se enteraba de lo que decía y si preguntaba el significado de alguna palabra o expresión me sabía contestar correctamente. Pero era eso, uno, dos, tres como mucho. Vamos, unos pocos y para de contar. Os podéis imaginar cómo me siento. Pues genial, la verdad, estoy motivadísima. Todo lo que siempre he querido hacer en clase y que nunca he podido lo puedo hacer ahora. ¡¡Un subidón del copón!!
Además y como bonus extra resulta que son un encanto, vamos, que encima molan como alumnos y como personas. ¿Qué más puedo pedir? :)
Bueno, pues ya hemos retomado las conversaciones, menos mal.
He vuelto para quedarme.
Seguiré contando lo que me pasa y si queréis podéis seguir opinando.
Un beso a todos.

Suzy