sábado, 15 de abril de 2017

DE TODO UN POCO MÁS

Parece que no hay manera de que me ponga a escribir como no sea en vacaciones. Se me ha pasado otro trimestre y no he portado por aquí. No vamos a lamentarnos por ello, sin embargo, es lo que hay en esta etapa en la que estoy. Aprovechemos pues, para remediarlo. La Semana Santa sigue siendo mi época favorita del año. No hay que estresarse comprando regalos de última hora;  te reencuentras con gente que ya sólo ves una vez al año como mucho; el tiempo acompaña; en las ciudades hay un ambiente estupendo y en las playas hay gente pero sin llegar a ser agobiante. No hace falta suicidarse comiendo, de hecho se valora más el tapeo y punto, En una palabra, todo es primavera y olor a azahar y eso que yo soy alérgica y no paro de estornudar. Vamos, que la prefiero mil veces a la navidad y al verano.  Esto ya lo había dicho en alguna que otra ocasión. Hace años dediqué una entrada a lo que me evocaba esta semana. La titulé Incienso y Claveles , si no recuerdo mal, y me dedicaba a exponer lo que significaba para mí siendo como soy de Cartagena, una ciudad en que la Semana Santa es algo muy serio. El olor a incienso y a claveles me transportaba directamente a mi infancia, a los años en que yo salía en las procesiones. Hoy en día los sigo recordando como una de las etapas más felices de mi infancia y adolescencia. Y en el momento en que se convierten en un recuerdo tan preciado están automaticamente desprovistos de toda ideología o creencia. Simplemente es parte de una tradición de la que fui partícipe y que inculqué a mis hijos para que así mismo la sintieran, como algo inherente a Cartagena. Hoy en día, sin embargo, me cuesta mucho ver una procesión y no compararla con las de hace 30 años. En mi modesta opinión, sobre todo las californias, y conste que soy california, son demasiado largas. Han añadido muchos tronos y una procesión que ya de por sí era larga como la del Miércoles Santo, ahora es eterna. Lo mismo ocurre con la del Domingo de Ramos, que se caracterizaba por ser una procesión muy simpática, en la que se lucían los niños y  ahora no se acaba nunca. Se hace pesadísima. Por lo mismo, por la cantidad de nuevos tronos que se han añadido.
A eso hay que añadirle que con la cantidad de nuevos bares que se han abierto ultimamente, sólo se huele a fritanga. Vamos, que es difícil oler a claveles o a incienso.    
No obstante, me sigue encantando. Y esta que se acaba la he disfrutado inmensamente. He hecho un poco de todo. He visto una procesión, he ido a la playa, he visto a mi amiga de Madrid e incluso me he reencontrado con un amigo mío al que hacía justamente 30 años que no veía. Y como supondréis me llevé una gran alegría. Primero por reconocernos después de tantos años y segundo porque nos pusimos a hablar como si  nos hubiéramos visto el año pasado. Fue genial.
Pero antes de llegar a estas maravillosas vacaciones he tenido un trimestre de lo más movido. Hemos tenido movilizaciones por la escuela pública, manifestaciones, encierros, huelgas y me he alegrado de ver a los alumnos implicados, preocupados y comprometidos. Aunque una vez más el gobierno regional se pasará por el arco del triunfo lo que tengamos que decir profesores, padres y alumnos. Al fin y al cabo, en sus despachos es donde mejor se ve cómo están las aulas y lo que ocurre en los institutos. Pero eso, claro, no es noticia.
Así mimo ha sido el trimestre más literario que recuerdo. No solo he participado activamente en las efemérides de los poetas Antonio Machado y Miguel Hernández en la biblioteca del centro, sino que tuve el placer de presentar el último libro de mi amigo y compañero Antonio Parra Sanz, Cuentos Suspensivos. La presentación tuvo lugar en el café Mr. Witt y a pesar de ser un sito muy acogedor a mí me imponía bastante, de hecho al principio del acto estaba bastante tensa. Pero en cuanto logré relajarme lo disfruté un montón y quedó muy bien.
Y eso es todo lo que ha dado de sí el trimestre, además de estar por una vez al 100% de acuerdo con la Academia de Hollywood pues le dieron el Oscar a mejor película a Moonlight y el mejor actor a Casey Affleck por Manchester by the sea. :)
Suzy