miércoles, 1 de junio de 2011

DERECHO A LA EDUCACIÓN

Buenas, ¿os acordáis de mi alumna, la del trasplante de riñón? no tranquilos, está bien, pero no será porque me la cuidan sus compañeros, no señor, sino todo lo contrario. Ayer sin ir más lejos estaba "jugando" con uno de estos delicados seres y no se le ocurrió nada mejor que darle con la mesa en la tripa, previa advertencia de la pobre de que no le diera ahí por lo que pudiera pasar.
Pero no penséis que mi cavernícola se amilanó ¡qué va! para nada. La pobre se quedó en un ¡ay! pero no se quejó, me lo dijo la profe de lengua y la saqué de clase y la mandé a su casa acojonadita (yo, ella estaba más o menos, es que es dura la tía). Lo dije en jefatura de estudios y decidimos tomar medidas de inmediato. Esta mañana tenía que venir el pájaro con su madre directamente al despacho del director para que se le pusiera una sanción etc.
El elemento en si no puede ser más disruptivo. Se ha pasado más tiempo en el aula de apercibidos que en su aula y no sé las veces que lo hemos expulsado, pero angelico es tan pequeño y tan infeliz... que no le vamos a privar de su derecho a la educación.
Pero y qué hay del derecho de las niñas (y algún niño) de mi tutoría que no pueden recibir la educación que se merecen porque esta joya no deja dar clase. ¿Qué hay de las horas perdidas y de los castigos que se ha llevado toda la clase por él y tres más que no han hecho otra cosa que dar por saco desde septiembre?
Esta mañana tenía clase con ellos a las 8:00 y le he preguntado a Jenny que cómo estaba y va y me saca el informe de urgencias (tres folios de análisis y demás) y me dice "estoy bien profesora"
pero la que no estaba bien era yo. Me he tenido que salir de clase porque he empezado a llorar.
Según el informe no ha pasado nada, pero podría habérsele producido una hemorragia interna.
Sólo de pensarlo... me he puesto fatal.
En esto llega el elemento con sus papás y la madre empieza a decir que no se cree que su hijito haya hecho eso intencionadamente y no se bajaba del burro y el otro que él hizo el amago de darle pero que fue ella la que se echó encima de la mesa. Y el "señor" que iba con su madre que si la niña tenía ese problema pues que no tenía que jugar y que tuviera más cuidado o que no viniera. Así que no iban a firmar nada ni a reconocer nada.
Conclusión: tres días de expulsión y aquí no ha pasado nada.
Mola ¿eh? En fin, sobran los comentarios ¿verdad?

Suzy

3 comentarios:

  1. Juan de Dios García2 de junio de 2011, 0:48

    Échalo todo, Susana. Te hará bien.
    Mucho ánimo, que eres una excelente profesora.

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  2. En fin...de todo tiene que haber en este mundo. Ánimo Susana, como te han dicho, eres una excelente profesora, y un excelente persona. Un besito muy muy fuerte!! ya te contaré como me ha ido con las PAU.

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  3. Muchas gracias niña, seguro que mejor que el año pasado, ya verás.
    Besosssss

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