WHITE CHRISTMAS

Hola a todos y feliz año nuevo. Un poco tarde ya lo sé, pero es que no me dejan,jaja. No me voy a rallar con el rollo navideño y menos ahora que ya se acabó, pero no puedo resistir la tentación de enseñarnos el aspecto que presentaba Inglaterra cuando llegamos el 24 de diciembre (tal cual el Almendro, jeje) de puro milagro después de unas condiciones atmosféricas de lo más adversas durante más de una semana. El resultado de tales tormentas fue espectacular como podréis comprobar en las fotos. Nunca había visto tanta nieve en Inglaterra (ni ellos en mucho tiempo tampoco) y mira que llevo años yendo en Navidad. Mis hijos disfrutaron como enanos y la verdad es que le dio un punto de lo más idílico a las vacaciones.
Aunque la verdadera protagonista de la Navidad no fue la nieve sino la nueva perra de mi cuñada, que se llama Rosa y es un labrador de 5 meses. Imaginaos el juego que puede dar la combinación: niños+perro+nieve.
Hablar de ingleses y no hablar de perros es casi imposible, por muy tópico que parezca. Siempre utilizo en clase el ejemplo del cartelito de los pubs ingleses de "no se admiten niños" (children not allowed) que afortunadamente está desapareciendo, mientras que el de "se admiten perros" (dogs allowed) es de lo más común. El colmo de esto último lo viví en directo el primer día que por fin pudimos salir de la casa y visitar nuestro querido Sidmouth. Nos metimos en un pub a tomarnos algo y nos encontramos con una auténtica fan de la Guinness. Se llamaba Sally y se sentaba en uno de los taburetes de la barra a esperar pacientemente a que su amo le diera un poco de cerveza. Como ponerle una pinta hubiera sido mucho, el tío metía el dedo en la espuma (que ya sabéis que es bastante espesa) y se lo daba a la perra. Un número, teníamos que haberla grabado pero la verdad daba cosa, eso sí le hicimos unas fotos.
Pues de momento esto es todo, queda inaugurado oficialmente el nuevo año.
Besos y hasta pronto.
Suzy