CAMPAMENTOS DE VERANO

Aunque el otoño está a punto de empezar oficialmente, por estas latitudes el verano se cuelga bastante y nos queda veranito para rato. Lo me lleva a recordar una de las cosas dignas de mención de este último estio (¡qué bonita palabra!).
Tengo unos amigos que son unos auténticos superhéroes. Son una pareja de maestros de Educación Física, que llevan la tira de años ejerciendo y que tienen dos críos. Hasta aquí nada extraordinario, de acuerdo. Los niños están apuntados en los scouts y los veranos como todo el mundo sabe se van de campamento. Pues mis amigos no sólo no mandan a sus hijos para quitárselos de encima porque no saben qué hacer con ellos en los dos meses de vacaciones, sino que además se van ellos de voluntarios al campamento.
Y no van en plan a ver qué hacen los monitores con ellos o a ver cómo estarán cual padres super-protectores, no señor, se van de cocineros y se pegan un curro del quince.
Y no olvidemos que todo lo hacen altruistamente.
Para que luego digan que los maestros no trabajan,jajaja.
¿Sabéis lo que es hacer 595 albóndigas? o ¿preparar 80 tortillas de patatas?, o ¿empezar la mañana calentando 25 litros de leche?; después preparar 50 bocadillos y al rato empezar a pelar patatas (por sacos) para tenerlas para la comida, descansar un poco y empezar con las meriendas y otra vez con las cenas, ¿qué tal freír 300 baritas de merluza? así, de un golpe. Tela ¿eh?, pues no sólo no se quejan (que a mí ni pagándome en oro) sino que lo cuentan con toda la gracia y por supuesto repiten el año que viene. ¡OLE! Eso es vocación y lo demás es tontería. Después de estar todo el año lidiando con las "criaturitas" que tenemos hoy en día y con sus hijos que también es agotador, pues eso, en verano más. No tengo palabras para describirlos, bueno sí, lo que he dicho al principio: superhéroes.
Va por vosotros. Toñi, Fonfa ¡no cambiéis nunca!
Suzy