domingo, 27 de julio de 2025

CONCIERTO GLEN HANSARD. MADRID 2024

Hola de nuevo. Un verano más me dedico a contaros los eventos más importantes del año anterior. Aquellos tiempos en que yo llevaba esto más o menos al día quedan muy lejos ya. Ahora me contento con ponerlo al día cada verano. El 1 de enero de 2024 mientras disfrutaba del consabido Concierto de Año Nuevo desde Viena (desde mi sofá, obviamente) me llegó una notificación al móvil sobre la gira de conciertos del irlandés GLEN HANSARD por España. Desde que lo descubrí al ganar el Óscar a la mejor canción original, "Falling Slowly" en el año 2008, me conquistó y me dije a mí misma que si venía a España tenía que ir a verlo. Poco después de dar el pelotazo con la película "Once" vino a Murcia, y actuó en una sala de conciertos no muy grande y supongo que aunque no pasó desapercibido tampoco tuvo mucha repercusión. Vamos, yo esa vez que se me escapó, me enteré de chiripa porque me lo dijo un exalumno mío de Roldán, Sergio Mercader, Merca para los amigos, que está metido en lo de C'mon Murcia. De modo que esta vez no lo podía dejar escapar y ese mismo día compré la entrada. Si hubiera sido hace 2 o 3 años habría ido con Sofía, que también le encanta, pero desde que vive en Inglaterra me he quedado sin compa de eventos culturales, jeje. Da lo mismo, no necesito a nadie para disfrutar de un buen espectáculo. A lo que iba, ya que lo iba a ver yo sola me compré una buena entrada, vamos, en un palco, porque lo de estar de pie ya pertenece al pasado. Al principio creí que iba a ser en Madrid, Madrid, pero al indagar un poco me enteré de que sería en Los Jardines del Botánico que están en la Complutense. De modo que decidí que no pintaba nada en un hostal/hotel en Madrid, y que me iba a Torrelodones a casa de mi amiga Tite (a la que sólo veo de Pascuas a Ramos) y así de paso me pegaba una escapada cultural por la capital del Reino. El concierto era un domingo, el día 23, la noche de San Juan. Me fui un viernes por la tarde y así tenía todo el sábado para aprovechar la siempre apabullante oferta cultural madrileña. Había seleccionado varias cosas, primero una exposición en la Fundación Canal perteneciente al certamen de PHOTOESPAÑA. Se trataba de "La Comedia Humana" del fotógrafo ELLIOT ERWITT y por supuesto, nos encantó, sobretodo las fotografías de "la perspectiva perruna" con la cámara situada a la altura de los perros, muy guay. De ahí al metro para ir al Prado a ver el "Ecce Homo" de CARAVAGGIO y de paso nos vimos una de las exposiciones temporales que siempre molan un montón. En este caso era  "Arte y transformaciones sociales en España 1885-1910", como he dicho muy interesante. Nos encantó. Vimos un cuadro que pintó PICASSO cuando sólo tenía ¡¡16 años!! que se llama "Ciencia y Caridad" en el que se ve con un realismo asombroso a una moribunda con un médico (ciencia) y una monja (caridad), que nos dejó sin palabras. Si podía hacer eso con 16 años, normal que luego se fuera al cubismo, podía hacer lo que le diera la gana. Después de comernos sendos burritos y descansar un poco nos metimos al Reina Sofía a ver el "Guernica" que yo hacía mucho que no lo veía y Tite aún no lo había visto. Por cierto que en el Reina Sofía pusimos una reclamación puesto que ya no te dan un folleto con un mísero plano del museo. Ahora hay un maldito código QR. ¿Qué pasa si no llevas móvil, o si no te queda batería, o si tienes un móvil sólo para llamar como muchos abuelos? MUY MAL. La chica que nos atendió, la pobre becaria decía que había muchas quejas, y que no éramos las primeras. Pues que se apliquen el cuento, leñe. El museo es inmenso y sin plano vas totalmente a ciegas. Sobran los comentarios para el "Guernica", sólo decir que sigue impresionando mucho y sigue siendo muy necesario, que no se nos olvide. También merece la pena ver las salas que hay antes en las que se ve el proceso de creación del cuadro y otra sala repleta de los carteles publicitarios de la Guerra Civil. Aprovechamos para sentarnos un poco en el claustro que hay dentro del museo donde hay hasta un magnolio y lo han acondicionado de lo más cool. Había gente leyendo relajadamente. Y así, henchidas de felicidad cultural dimos por concluida la jornada. Llegamos pues al domingo 23. Las puertas las abrían a las 20:00 aunque Glen no tocaba hasta las 22:30. Salimos a las 7 y pico, pensando yo que en 20 minutos nos poníamos en el sitio. Craso error. Tite sin embargo, opinaba muy sabiamente que tendríamos caravana al ser el primer fin de semana en que había hecho buen tiempo y los madrileños venían de la sierra o de El Escorial. Y obviamente lo clavó. Pero nada, media horilla o un poco más  en desplazamientos en Madrid no cuenta, eso y nada... Y a las 8 y poco ya estaba dejándome en la entrada. Quedamos en que la llamaría al acabar para que me viniera a buscar. Bueno, pues nada más entrar, empiezo a flipar. ¡Vaya con Las Noches del Botánico! ¡Qué preciosidad de recinto, qué bien montado, cómo mola! Como su nombre indica se trata de un recinto ajardinado ENORME divido en distintos ambientes. Hay para todos los gustos. Zona de música House; zona de cervezas; zona de vinoteca; zona de mercadillo artesanal; zona de pizzas; zona chill/relax con hamacas y pufs... vamos que dan ganas de pasar del concierto de turno (la programación es impresionante todos los años de junio a agosto) y quedarte ahí tumbado al lado del arroyo viendo a los patos y oyendo música. Planazo. En general todo, absolutamente todo está cuidadísimo. Los aseos, de lujo, creo que son los aseos públicos más limpios de mi vida. Y además hay una legión de jóvenes (no sé si voluntarios o no) dispuestos a ayudarte e indicarte en todo momento. Una auténtica gozada. Es un plus añadido a la ya de por sí experiencia de ir al concierto. Después de "investigar" todas las zonas y hacer unos cuantos vídeos me compré un buen bocata de jamón y un refresco y me dirigí a mi palco (cómo suena de pijo, jaja) para "cenar" tranquilamente mientras esperaba que empezaran los teloneros. Los teloneros, ja, eso fue otra sorpresa y de las buenas. Los teloneros eran SAINT PAUL AND THE BROKEN BONES, una banda de soul de Birmingham, pero del Birmingham americano que sonaban de muerte. Eran buenísimos, tanto los músicos (saxo, trombón, trompeta, teclado, batería etc) como el cantante que además de una voz portentosa tenía mucho carisma. Dieron un auténtico espectáculo y se metieron al público en el bolsillo en cuanto aparecieron. En un momento dado el cantante se bajó del escenario y se vino a las gradas que había detrás de mí. Y una vez arriba del todo siguió cantando. Impresionante de verdad. Yo estaba sentada como he dicho en un palco en el que había sitio para unas 6 personas. A mi lado había una pareja curiosa, de estas que ves que no pegan mucho. Ella, mujer florero y él pijo con pasta claramente. Al menos esa fue la impresión que me causó jeje, a lo mejor estaban juntos por amor, no sé... El tío estaba muy motivado tanto con los teloneros como con G. Hansard, pero el caso es que el concierto no lo terminaron, un poco raro. Después de los teloneros llegaron un par de ucranianas que muy amablemente me hicieron una foto para la posteridad. Glen Hansard salió a las 22:30 en punto y terminó a las 12:15. Ni que decir tiene que se me hizo corto, muy corto. Me hubiera gustado que se hubiera estirado un pelín y tocara un bis al menos. El repertorio fue totalmente aleatorio, y había algunas que no me sonaban. Él es tal cual su personaje en "Once", igual de enrollado. Hubo un par de lipotimias/golpes de calor en dos momentos concretos y el pobre se preocupó un montón. Dijo que como había hecho mucho calor sería ese el motivo aunque añadió que nosotros estábamos acostumbrados. Habló de cantar una canción por ser la noche de San Juan (la verdad es que no paró de hablar, jaja) para ahuyentar a los "fuckers"  y a los malos espíritus en general. También mencionó a García Lorca al que parece ser que le tiene mucho aprecio. A mitad del concierto invitó a varias personas a subir con él al escenario en distintos momentos de la actuación. A la primera que llamó, un tal Darren, no había manera de encontrarla y él improvisando y nombrándolo en la canción que estaba interpretando. Después subió una pareja monísima, que claramente eran amiguetes y que cantaron muy bien los dos. Y por si esto no fuera suficiente, apareció otro espontáneo (que supuse que igualmente era amigo) y que también  cantó muy bien. Al final apareció el tal Darren y pudo terminar la ronda de "duetos" jaja. El concierto fue más rockero que folky en general y no sé cómo no se quedó sin guitarras de los golpes que les daba, con saña, con mucha saña. Además de él había un violín; una pianista al piano y teclados; un contrabajo/guitarra; un baterista y un pedazo de vikingo como bajista. Sonaron muy muy bien. La actuación estelar como no podía ser de otra manera fue el "Falling Slowly" que coreamos todos con él y nuestros móviles. Y como he dicho, al dar las 12 y cuarto como si temiera convertirse en calabaza se despidió y se nos fue. Me encantó, me gustó muchísimo, otra espinita que me quito, jeje. Antes de empezar el concierto mientras estaba mirando los puestos y los distintos ambientes vi al actor Carlos Santos, el de Murcia que ganó el Goya por interpretar a Luis Roldán en "El hombre de las mil caras", y a la salida me lo volvía a encontrar y me armé de valor para decirle que me encantaban sus películas. Justamente el día anterior en la cuesta de la estación de Atocha nos cruzamos con otro actor, Enriq Auquier, el de "Mamifera" y "El maestro que prometió el mar"  entre otras muchas y me morí de vergüenza al dirigirme a él y se debió de pensar que era idiota. Sobra añadir que el viaje me sentó de maravilla. Una gozada. Aquí os dejo unas cuantas fotos para ilustrar mejor el relato. 

Suzy 

 
 
 
 

 
 





 

 
 
 

 
 
 


 




 

 

 

 

 

 

 

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