jueves, 21 de agosto de 2025

THE FRIENDS EXPERIENCE. THE ONE IN LONDON

 Domingo 20 de octubre de 2024

El domingo como dije teníamos entradas para visitar la exposición THE FRIENDS EXPERIENCE. The one in London, que estaba en Greenwich, esto es, a las afueras. Hay que coger metro durante un buen rato y luego el otro tipo de metro, el overground, que como su nombre indica va por encima de la tierra y no por debajo como el underground (metro). Sofía ya se tiene muy controlado todos los entresijos de los transportes y se mueve por Londres con mucha seguridad, jeje. Si ya flipé el año pasado cuando la vi desenvolviéndose y llevaba poco tiempo, ahora ya, tela. El pase era a las 10 y como he dicho teníamos un trecho y un montón de transbordos, había que madrugar, pero la ocasión lo merecía. El día amaneció frío y lluvioso, típico día otoñal inglés intensificado al estar a orillas del Támesis, que es donde se encuentra Greenwich. La nave en la que estaba la exposición era una de las muchas que hay en los muelles. La verdad es que estaba bastante emocionada por ver la exposición, pero superó por mucho mis expectativas, pero mucho. Para alguien tan mitómano como yo (y por extensión para mi hija) era como estar en el plató y en los estudios en los que se rodó la serie, que por si alguien no lo sabe a estas alturas, están en Los Ángeles y no en NY. Como he dicho, al ser una de esas naves inmensas, estaba absolutamente todo el set de la serie, pero todo, todo y todo. A saber, la fuente con el sofá; los dos apartamentos con todo el mobiliario, futbolín incluido; el sofá en mitad de la escalera; el perro de porcelana; el taxi de Phoebe; la canoa de Chandler y Joey; el Central Perk con todo, barra, sofás, el sitio donde Phoebe toca la guitarra; el rellano de la escalera donde están las puertas de entrada a los apartamentos; el altar de la boda de Ross con Emily en Londres; bueno, bueno, bueno. Y además muchas cosas curiosas  como una maqueta a tamaño real del plano de Joey cuando estuvieron en Londres y él iba a todas partes con el plano; muchos datos curiosos de lo que la serie ha dado de sí y de lo analizada que está... Una cosa muy chula que me encantó fue una linea de metro en que las estaciones eran las distintas parejas que habían tenido cada uno de los personajes, con las distintas "paradas en algunas estaciones" y como en el caso de Mónica se repetían o se cruzaban las lineas si salía dos veces con el mismo, como con Richard, o las muchas veces que están juntos y se separan Rachel y Ross.  En fin, un auténtico disfrute para los fans de la serie, que son legión de varias generaciones ya. Me emocioné un montón (como era de esperar en mi caso) y acabé llorando, sobretodo por compartirlo con Sofía con la que tantas veces he revisado las serie. Por supuesto, ella me supera en visionados, de hecho, se sabe episodios de memoria, jaja. Ni que decir tiene, que perdí un poco los papeles y no sé las miles de fotos y vídeos que hice, me volví loquísima, jaja. Totalmente extasiadas de felicidad emprendimos la vuelta a Londres para aprovechar y visitar  The National Gallery, que no había vuelto a ver desde la primera vez que fui a Londres con mi tío Juan Diego en 1981, se dice pronto. Pues, mi gozo en un pozo. Medio Londres tuvo la misma idea que yo esa mañana de domingo lluviosa y la cola daba la vuelta a Trafalgar Square. Así es que nos fuimos a comer algo a un italiano que debe ser una franquicia, "Pastation" al que Sofía le tenía echado el ojo aunque fue un pelín caro. Teniendo en cuenta cómo estaba el tiempo nos metimos en Harrods a pasar la tarde, que siempre es un buen refugio. Antes de volver a Guildford, Sofi quiso apurar el día londinense y acabamos en el Soho buscando un pub en que nos sirvieran el típico Sunday Lunch, aunque fuera ya para cenar. Esto es cualquier carne al horno con guarnición y demás. La ternera es la más típica (roast beef) pero también puede ser con cerdo o con cordero. Nos metimos en uno muy muy auténtico en el que estaban viendo jugar al Arsenal y estaba hasta arriba. Y arriba fue donde nos sirvieron, en la 1ª planta (upstairs), "lejos" de los forofos, jajaja. Por cierto, que es la primera vez que viajo a Inglaterra sin efectivo, sin comprar libras. Todo lo pagué con tarjeta, y bien que cobran las comisiones los malditos bancos.  Y ahora sí que me despido de la segunda ciudad eterna (con permiso de la primera que es y será siempre Roma). 

 















 

Lunes 21 de octubre de 2024

Mi vuelo era por la tarde, a las 17:20, aunque después del retraso del viernes no me fiaba mucho. Es el problema de las compañías aéreas de ahora.  Igualmente me iba a ir temprano al aeropuerto, por aquello de no confiar en los trenes tampoco y estar ya allí aunque fuera de plantón. Eso nos dejaba la mañana para quedarnos tranquilamente en la cama y después irnos al centro de Guildford a tomarnos un súper desayuno inglés completo para poder aguantar hasta que estuviera ya en el aeropuerto de retén. Aproveché para acompañarla a un par de tiendas que tenía que ir que, por supuesto, ya estaban en modo navideño, a pesar de no estar ni en noviembre, fuerte. Mi vuelo esta vez salió a su hora y fue todo perfecto. En Gatwick me compré un "meal deal" que incluye un sandwich, un snack y una bebida por el módico precio de 5 libras y algo y te da para aguantar hasta que tocas suelo patrio. Una vez más me vine con el corazón partío y nos despedimos llorando aunque un poco menos que el año anterior, supongo que porque ahora tiene a Ashley y no está tan sola. ¡¡AINSSSS!!

Suzy










 

 

 

miércoles, 20 de agosto de 2025

CABARET Y FRIENDS. LONDRES CON SOFÍA 2024

 Viernes 18 de octubre de 2024

Hola de nuevo, en lo que se está convirtiendo en una bonita costumbre vuelvo a Reino Unido a encontrarme con mi hija. Ahora que lo pienso estoy volviendo a viajar a las Islas todos los años, como solía hacer cuando vivían mis suegros. Mi organizadora de eventos particular había sacado entradas para que viéramos CABARET el sábado y para la exposición THE FRIENDS EXPERIENCE el domingo. Lamentablemente mi avión salió con tres horas de retraso, con lo que el plan que me había preparado para el viernes se fue al traste. Menos mal que solo era ir a cenar a un pub que hay cerca de su casa. Para cuando llegué a Guildford eran las 11 y media de la noche, entre unas cosas y otras en su casa a las 12 bastante cansada siendo viernes (habiendo madrugado, etc). No obstante, tengo que decir que solo por  poder dormir abrazada a mi hija merece la pena soportar todos los retrasos que sean, la verdad. 

Sábado 19 de octubre de 2024

Al día siguiente no teníamos que estar en el teatro hasta las dos, así que nos levantamos tranquilamente y sin prisa pero sin pausa nos fuimos para Londres a dar una vuelta antes de entrar al musical. No queríamos comer mucho para que no nos diera sueño, pero tampoco íbamos a estar sin tomar nada hasta que fuéramos a cenar a Chinatown al terminar la función. De modo que nos pasamos por los puestos de comida que hay en Southbank, rollo street food como se dice ahora, que al decirlo en inglés pues suena más moderno (de toda la vida ha sido mercadillo de puestos de comida, pero bueno). Allí hicimos acopio de unas suculentas empanadas indias y sendos trozos de tarta de manzana, todo artesanal y muy rico. Ahora sí estábamos preparadas para lo que fuera,jeje. Nada más llegar al teatro nos pusieron unas pegatinas en la cámara del móvil con la finalidad de no dar por saco durante la representación. Me pareció una idea genial. Deberían hacerlo en todos los espectáculos. Yo había visto Cabaret en Madrid allá por el 2004 con Asier Etxeandia y Manuel Bandera. Fui con mi amiga Belén al Teatro Alcalá y aunque recuerdo poco, sí que recuerdo que me gustó, sobretodo el hecho de que el teatro se transformara en un cabaret con todas las mesitas en lugar de butacas tradicionales para recrear el ambiente de la película, bueno del musical de Broadway más concretamente. Por supuesto, en el teatro de Londres, el Kit Kat Club, también estaban las mesitas para cada dos delante del escenario, siendo este circular. El Kit Kat Club, por cierto, es precioso por dentro y por fuera. En cuanto al espectáculo en sí, fue bastante fiel a la película, con las variaciones "necesarias" para los tiempos que corren. No veo la necesidad de cambiar lo que es perfecto, como dice Leo Harlem, cambiar no siempre es mejorar, pero, en fin. Afortunadamente las más míticas están tal cual y bueno, las nuevas, no muy mal. El maestro de ceremonias, Emcee,  que obviamente es el alma del espectáculo, era bastante bueno, nos gustó; Sally, mal, floja, no daba la talla; el papel de Brian (Michael York) bueno, no estaba mal; pero lo mejor sin duda eran "las chicas" casi todas unos pedazos de tíos impresionantes que no paraban de interactuar con el público y que bailaban y cantaban genial. Ah y la orquesta, la orquesta también fenomenal. Salimos de allí deseando revisar el clásico de Bob Fosse y reafirmándonos en que Lisa Minelli sigue siendo incomparable e insustituible. De ahí, bastante satisfechas a pesar de que las comparaciones sean odiosas, nos dirigimos a Chinatown, que al ser sábado estaba a reventar. Encontramos un restaurante en que la cola no daba la vuelta a la manzana y nos dieron mesa en el piso de arriba desde donde podíamos contemplar el bullicio tranquilamente mientras dábamos buena cuenta de nuestros platos. Una vez saciadas nos dedicamos a hacer dos o trescientas fotos y a seguir paseando por Pall Mall, viendo las galerías de arte y los anticuarios (los escaparates, se entiende). Sofía no había estado mucho en Londres de noche, a pesar de llevar casi dos años viviendo allí. Siempre que puede evitarlo se vuelve a casa antes de que se le haga muy tarde y además ya evita los sitios que están atestados de turistas, esto es Picadilly, Waterloo Bridge o el Westminster Bridge. Así que no había visto el Big Ben iluminado, jeje. Ahora sí, totalmente agotadas al tren y luego en taxi a casa. Un día genial, sí señor. 😍

Suzy 










 

 

       

sábado, 16 de agosto de 2025

ÚLTIMA PARADA: SANLUCAR DE BARRAMEDA (CÁDIZ)

 Sábado 28 de septiembre de 2024

Siendo sábado y viendo cómo se ha puesto la ciudad de turistas (qué fuerte que diga esto, cuando nosotros estamos aquí a lo mismo) optamos por pasar la mañana o el día en Sanlúcar de Barrameda. Pensábamos ir igualmente por aquello de ver otro de los pueblos famosos; pero al amanecer y ver que había CUATRO  cruceros, salimos por patas. Nos vamos en autobús, por supuesto. El día anterior nos dieron los horarios en la Oficina de Turismo. Al ser sábado no hay muchos, el nuestro sale a las 12 y va parando en todos los pueblos. Nos da lo mismo, así vemos más y más auténtico. Se tarda una hora en llegar (en coche sería media hora si llega) pero merece la pena por no tener que preocuparse por el coche. Para cuando llegamos a Sanlúcar ya hace un sol de justicia y no tenemos muy claro lo qué queremos hacer. Totalmente a ciegas y confiando en el sentido de la orientación de mi "aborigen" particular, jeje, llegamos a la playa. Tengo que decir que lo que vimos no me lo esperaba para nada (es lo que tiene improvisar y no documentarse). ¡Menuda sorpresa! Claro, estamos en la desembocadura del río Guadalquivir y en el comienzo del Parque Natural de Doñana. La playa es un espectáculo de dunas hasta donde te alcanza la vista y empiezan a juntarse con la vegetación del Parque. La intensidad del blanco, azul y verde te "golpean", sobretodo las interminables dunas. Tras el shock inicial e intentar plasmarlo en una foto (es tontería porque no se aprecia lo qué es de verdad) le preguntamos a un matrimonio de octogenarios muy majos cómo llegar a la Plaza del Cabildo, centro neurálgico que no queremos perdernos. Una vez más no estamos en un pueblecito, si no en una ciudad pequeña que no se recorre así como así. Es bastante más grande de lo que presupusimos y se nos va un tiempo en llegar a la plaza desde la playa. La Plaza como no podía ser de otra manera, un sábado a la hora del aperitivo estaba abarrotada, vamos, que estaba allí todo Cádiz y parte de Sevilla, jaja. Todos dispuestos a degustar las célebres gambas blancas de Sanlúcar. De hecho, el matrimonio que nos indicó el camino nos dijo que sería un milagro si encontrábamos donde tomárnoslas. Efectivamente, no cabe un alfiler. Como decía Dani Rovira, tiras un alfiler y se pinchan ocho. Nos vamos de la plaza un poco hacia el interior y nos encontramos con otra plaza, más pequeña e igual de llena. Pero decidimos echarle valor y nos metemos en una tasca muy auténtica, el Bar Juanito y como el que no quiere la cosa nos colocamos tímidamente en un hueco de la barra y allí sí pudimos probar la quintaesencia de Sanlúcar, sus maravillosas gambas blancas y de paso unos montaditos que nos supieron a gloria. Decidimos volver a la estación para poder coger el bus de las 3. El siguiente no sale hasta las 5 y el calor está apretando de verás, no son horas para hacer turismo. Después de la siesta reparadora, nos damos el último paseo y volvemos al que se ha convertido en nuestro sitio favorito, la Alameda Apocada. Como homenaje de despedida nos sentamos en la coctelería LaColonial a tomarnos yo un mojito y Gary un kraken nosequé, que llevaba jengibre y ron y estaba muy bueno, jeje. Y así llegamos a nuestra última (por desgracia) puesta de sol en este marco incomparable. Y con el corazón partío nos vamos hacia la zona de nuestro hotel para ver dónde podemos cenar algo. Acabamos en un bar muy pequeño, El Rincón de Concha,  que está al lado del hotel y que no estaba mal y así de satisfechos al hotel a dormir que mañana en cuanto desayunemos nos tiramos a la carretera. 

Domingo 29 de septiembre de 2024

Último súper desayuno en el Senator y al coche a las 9:30. Paramos a comer al pasar Granada las típicas chuletas de cordero con patatas de los restaurantes/mesones de carretera y a las 5 y media más o menos estamos de vuelta en casa. Parece que hemos estado fuera una semana por lo menos. ¡Qué maravilla! Cádiz y su provincia es todo lo que siempre había esperado y más. Para volver muchas más veces, sin duda. Una fiesta para los sentidos por su luz, su comida, su clima y su gente y su modo de vivir, como en toda Andalucía, por supuesto. Otra escapada perfecta de principio a fin y muy necesaria. Aquí teneís unas cuantas fotos de Sanlúcar y de la última tarde en Cádiz.

Suzy  

 










 









  

   

domingo, 10 de agosto de 2025

CÁDIZ

 Jueves 26 de septiembre de 2024

Tras el pit stop jerezano (parada estratégica en boxes, jeje, para comer en nuestro caso) seguimos en dirección a la capital de la provincia sin más dilación. Llegamos a Cádiz a las 5 de la tarde. El Hotel Senator está en pleno centro, muy cerca de la Plaza de San Agustín. Tenemos parking en el mismo, aunque es uno de esos que una vez entras, ya sabes que no vuelves a salir, porque menudo rollo. Justo sería mucho, justísimo para entrar con mi coche en el callejón. Ni pensar quiero en alguien que lleve un coche un poco más grande o más ancho. Ni de coña lo meten. Nos recordó mucho a la Judería de Córdoba. Estaba claro que en los siguientes días el coche no lo tocábamos. Tengo que decir que la entrada a Cádiz es espectacular por el Puente de la Constitución de 1812, comúnmente conocida como "Puente de La Pepa" viendo toda la bahía. Después de instalarnos y descansar un poco nos vamos dando un paseo hasta El Malecón a ver la puesta de sol. Es exactamente como lo había imaginado y más. ¡Una preciosidad! ¡Qué luz, qué maravilla! !Qué cerca está África, ya te digo a 14.4 km! Nos recorremos el Malecón, bueno, no todo porque es muy largo, pasamos por la Plaza de la Catedral, que ya entraremos a verla con calma, y como está nublado la puesta de sol se desluce un poco, pero poco. Después de disfrutarla desandamos lo andado, que es bastante y vamos volviendo hacia el hotel en busca de uno de los muchos sitios para comer/cenar que me han recomendado mis amigos que conocen bien la tacita de plata. Y así llegamos a "Casa Lazo" y bingo, mesa para dos en la barra. Nos gusta tanto que reservamos para el día siguiente, jeje. De modo que en un mismo día desayunamos en Antequera, comimos en Jerez de la Frontera y cenamos en Cádiz. No se puede pedir más. Llevamos 17.000 pasos, jajaja. Reventados pero encantados al hotel a dormir. 

Viernes 27 de septiembre de 2024

He de confesar que el Hotel Senator tiene uno de los mejores buffets que yo he visitado. Espectacular, hasta un trozo de panal para ir recogiendo la miel. Una pasada. Hay un grifo de Nocilla, ya me muero. El hotel por cierto, es precioso. Tiene spa y piscina, un lujo, que al estar en temporada "baja" pues no sale tan caro, si os queréis pegar el homenaje. Después de desayunar vamos a la Oficina de Turismo que tenemos muy cerca y hacemos acopio de folletos y planos (físicos), que por supuesto, yo colecciono. Como el día ha amanecido tranquilo aprovechamos para coger el catamarán que va al Puerto de Santa María y ver la bahía en todo su esplendor. Son 4€ por viaje. El Puerto tiene otra visita, ya lo sabemos,  pero queríamos simplemente ver la bahía y dar el paseito en barco, así que ir y volver del tirón. Muy agradable, merece la pena. A la vuelta ya estaba subiendo el viento. Recomendable cogerlo temprano. Queremos visitar la catedral como se merece y hacer unas compras. Encontramos una tienda de ropa de caballero de las de toda la vida (que ya están en extinción a causa de las grandes superficies) que es perfecta. Además está muy cerca de la catedral. Subimos a la torre para ver las vistas, cuesta un poco porque son un montón de escalones, pero vaya sí merece la pena. Mucho más de lo que esperábamos. ¡Qué azul! Ese cielo y ese mar. Un espectáculo. Teníamos la reserva para las dos en Casa Lazo y esta vez sí darnos un homenaje. Volvemos al hotel para la siesta de rigor y recargar pilas para seguir descubriendo maravillas por la tarde. Vemos el Gran Teatro Falla, donde se realiza el concurso de chirigotas en carnavales y el Mercado Central o la Plaza de las Flores. Otra vez queremos ver la puesta de sol en el malecón, aunque esta vez nos vamos más al norte, más hacia el Atlántico. Tenemos visibilidad total porque no hay ni una nube, menos mal. Pasamos por la Alameda Apocada que es preciosa y nos recuerda mucho a La Habana y a Cartagena, salvando las distancias, claro. Hace fresco y bastante viento, sobretodo viento, aunque la puesta de sol es perfecta. Ya que estamos en la otra punta del malecón nos vamos a otro de los sitios que me recomendaron, "El Balandro". Muy moderno y muy chulo. Todo riquísimo. Otro día perfecto, sí señor. :)  Aquí os  dejo una pequeña selección de las doscientas mil fotos que hicimos.

Suzy