sábado, 26 de septiembre de 2009

MELBOURNE

Jueves 13-08-09

Hola de nuevo. Antes de nada tengo que hacer una aclaración. El hermano mayor de Gary, John, lleva viviendo en Australia más de 30 años y además tiene pasta. Actualmente vive en las afueras de Melbourne y tiene un hijo que se lleva sólo 4 meses con el mío.
Esta es mi tercera visita al país más alucinante del mundo. La primera vez que vine fue en mi viaje de novios, en 1993. Esa vez llegué por el oeste via Nueva Zelanda. Es mucho más largo, más caro y más cansado, pero FLIPANTE!! La segunda fue en 2005 con mis hijos, por el este via Honk Kong. Más corto y más barato, pero mola mucho también. Y esta vez via Singapur.
Entrar en Australia es un número. Tienen una política aduanera durísima. Insisten en mantener la "cuarentena" de la isla y no permiten que entre ningún producto sospechoso de poder provocar infecciones o cualquier otro desastre para su agricultura o fauna autóctona. De manera que tienes que declarar todo tipo de comida y productos elaborados con plantas o animales. Total que el control es a lo bestia antes de coger los equipajes, además de la cantidad de formularios que te obligan a rellenar antes de dejarte entrar ( y eso que hay que sacar visado previamente; por cierto que el de los españoles sólo es para 3 meses, mientras que mis hijos y mi marido se pueden quedar 6 por tener pasaporte británico). Los perros de la aduana son unos hachas, pueden detectar hasta el rastro de la manzana que te dejaste en el bolsillo el día anterior, una pasada.
Después del exhaustivo control de equipajes y pasaportes esperamos a que nos recoja mi cuñada Kim. Son las 9 de la mañana de un jueves y estamos en pleno invierno. Bufff!! No hace mucho frío, aunque el contraste con Singapur es brutal, unos 12 grados.
Melbourne está más o menos como hace 4 años. Situada en la desembocadura del rio Yarra, fue mi primera ciudad con rascacielos y me impresionó bastante en su día. Lo único nuevo que me llama la atención es una super noria en plan London´s Eye y que debido a los incendios del pasado enero se calentó de más y no funciona. Ha supuesto un desastre para todas las empresas que habían invertido en negocios adyacentes a la atracción. Pedazo fallo del que la diseñó, vamos digo yo. Por lo demás sigue siendo una ciudad cosmopolita, multirracial , bastante segura y bastante limpia. Tiene hasta tranvías. Vamos un paraiso para los urbanitas. ¡A mí me encanta!
El día se nos pasa deshaciendo maletas, aclimatándonos y luchando contra el jet lag. Por lo menos no llueve y los 12 grados se agredecen, sobre todo después de la humedad sofocante de Singapur. Mañana viernes más de lo mismo. Como he dicho estamos en invierno y claro mi cuñado John tiene que trabajar y el primo Daniel tiene cole. Tendremos que esperar al sábado para empezar a disfrutar.

Suzy

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